La Fundación 26 de diciembre trabaja por la creación de espacios físicos y sociales donde las personas mayores LGTB tengan cubiertas sus necesidades, y realizan actividades adaptadas y pensadas para ellos. Por otro lado, luchan por el logro de los derechos y dignidad de este colectivo, que, en ocasiones, ha sido invisibilizado y olvidado por los sectores más jóvenes de la propia comunidad LGTB.
Federico Armenteros, presidente de esta Fundación que nació a finales de 2010, nos habla de sus principales compromisos y de los próximos proyectos.
¿Cómo surge la iniciativa de crear esta Fundación y a qué se debe su nombre?
La iniciativa nace de la observación activa. De entender y comprender que la generación de mayores LGTB actual, es diferente; han sido construidos desde la LGTBfobia de Estado, la exclusión, el desprecio, la enfermedad. Todo el “mal” era por nuestra culpa. Odiados en su propia familia, en el barrio, en la escuela, en el trabajo… El “maricón, la camionera y el travelo.”
Personas que tienen pocas esperanzas, que no quieren volver a pasar por lo mismo, que quieren vivir en paz y tranquilos/as, pasar desapercibidos, como una más, que lo que nos una sea la edad.
Por ese motivo, por recordar que el 26 de diciembre de 1978 se deroga parcialmente la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social (LPHS) que nos ha marcado y que no queremos olvidar, es parte de nuestra historia, nos sacan del Código Penal.
¿Cuáles son las principales actividades que llevan a cabo?
Las actividades principales van unidas a los fines propios de la Fundación, como son la búsqueda de fondos para poder crear recursos residenciales donde podamos dar respuestas adecuadas a nuestros mayores, espacios de encuentro, de compañía, generar empoderamiento, dar respiro, construir activamente recursos alternativos a las residencias convencionales.
Recuperar nuestra historia, creando un Centro de Documentación LGTB digno y referencia para estudiantes, investigadores, interesados en saber, este proyecto está enmarcado dentro del convenio firmado por la UCM, donde estamos construyendo la Cátedra LGTB, un espacio para la investigación y el conocimiento.
Otra actividad es la atención directa en el local social que hemos abierto en pleno barrio de Lavapiés, donde se canalizan las actividades, recursos, atención bio-psico-social para nuestros mayores, atención especializada y personificada, un equipo de voluntarios, por el momento, están atendiendo las necesidades más urgentes del propio colectivo de mayor: asesoría jurídica, trabajo social, asesoría y acompañamiento psicológico, programas educativos y de participación, actividades lúdicas y de esparcimiento, servicio de comedor con el programa : No comas solo, no comas sola., donde lo importante es saborear un buen plato en compañía debatir, comentar, discutir, proponer y conocerse es importante, saber que existe un lugar donde siempre eres bien recibido, valorado es muy importante, donde no se pregunta a la persona que entra que con quien se acuesta, ni qué edad tienes, como las casas de esas abuelas que te acogían, te tranquilizaban y te ayudaban a crecer.
Otra actividad importante es la del Voluntariado, que estamos dando una respuesta solidaria a la problemática asociada a la edad, a la soledad, el abandono, desde la solidaridad, buscando siempre la dignidad y la atención de nuestros mayores y/o personas necesitadas por diferentes dificultades.
¿Cuál es la mayor problemática con la que se encuentran?
Uno de los principales problemas con los que nos topamos es el financiero, la falta de fondos para poder ayudar a personas que no tienen nada, en estos momentos de crisis uno de los mayores afectados son las personas mayores de 50 años, por poner una edad, que están sin trabajo, sin apoyo familiar, social en una situación de emergencia, personas destrozadas y sin salida que no saben ya a que puerta tocar, a donde ir y recalan en la Fundación, personas con un deterioro emocional importante, intentos de suicidio, depresiones gente rota, que solo podemos acompañar y intentar trabajar con ellas desde el voluntariado de los profesionales de la psiquiatría, psicología, educación y trabajo social.
A ese problema se une la soledad, Nos encontramos con personas apartadas y olvidadas, poco reconocidas después de haber contribuido al desarrollo de este país, que evidentemente les pasa factura.
¿Qué planes o proyectos tienen en mente para el futuro?
Los planes que ternemos en mente son muy ambiciosos, son nuestros sueños que con tesón los elaboramos y los vemos crecer.
A corto plazo abriremos cuatro pisos solidarios cedidos por el Ayuntamiento de Madrid donde se darán respuestas concretas a personas mayores en riesgo de exclusión. Terminar de arreglar el Centro Social y transformarlo en Centro Psico-Socio-Educativo y Cultural dentro del barrio de Lavapiés y los Trabajos de investigación.
A medio plazo gestionar pequeños recursos residenciales para atención a mayores preferentemente LGTB, dar servicios de Ayuda a Domicilio y Teleasistencia al colectivo. Puesta en marcha del Centro de Documentación LGTB “Pedro Zerolo”.
Y a largo plazo la construcción o adecuación de un espacio residencial para mayores donde se puedan dar los servicios de Centro de Día, gran dependencia. En una palabra generar una red de atención especializada y de calidad.