Esta noticia me ha emocionado. ¿Sabéis por qué? Porque muchos padres y muchas madres, cuando sus hijos salen del armario, rechazan o piden a sus vástagos «vivir con discreción», como fue mi caso particular.
Pero no es el caso de la estrella internacional Ricky Martin, uno de los máximos referentes homosexuales en el mundo de la música, que tuvo que ocultar su orientación sexual cuando su carrera comenzó a despegar.
«No lo hagas, esto va a arruinar tu carrera. ¿Para qué hacerlo? No es necesario. Todo el mundo a tu alrededor lo sabe, el mundo no necesita saberlo. Tus amigos lo saben, tu familia lo sabe. No entendían la importancia de que esto», contó el cantante a Andy Cohen, en su programa de radio Andy Cohen Live, en Sirius XM, refiriéndose a cómo todos a su alrededor le aconsejaban seguir fingiendo heterosexualidad.
Paralelamente, hace unos años, el artista reconocía en una entrevista a Trevor Noah el motivo por el que creyó que la recomendación de su entorno laboral era la acertada: «Crecí en una cultura que me decía que mis sentimientos eran horribles y malvados. Y si a eso le añades que yo era, ya sabes, como un ídolo de las adolescentes, un sex symbol«.
Pero fue uno de sus máximos referentes en la vida, su padre, el que le ayudó a dar el gran paso. Ricky Martin se convirtió hace 15 años en padre por gestación subrogada de los mellizos Valentin y Mateo. «¿Vas a enseñar a tus hijos a mentir? Necesitas confesarte. Necesitas ser abierto. Dime qué necesitas, quiero ayudarte. ¿Cómo podemos hacerlo?«.
Eso fue el detonante Unas palabras que calaron mucho a la hora de hablar abiertamente sobre sus relaciones sentimentales y por lo que, en 2019 se sinceraba escribiendo una carta a su público: «Escribir estas líneas es el acercamiento a mi paz interna, parte vital de mi evolución. Hoy acepto mi homosexualidad como un regalo que me da la vida. Me siento bendecido de ser quien soy».