Días muy tristes para los activistas indios que no solo deben luchar contra la LGTBfobia social, sino que además con el odio y la intolerancia institucional.
El Tribunal Superior de la India se negó a reconocer legalmente las uniones entre personas del mismo sexo en un fallo histórico que también enfatizó el derecho de la comunidad LGTB a estar libre de prejuicios y discriminación.
Los activistas habían tratado de obtener el derecho a casarse según la ley india, dándoles acceso a los mismos privilegios extendidos a las parejas heterosexuales, pero aunque se les negó, acogieron con agrado el reconocimiento de sus relaciones por parte del tribunal.
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Las leyes matrimoniales de la India prohíben a millones de parejas LGTB acceder a los beneficios legales asociados al matrimonio en relación con cuestiones como la adopción, los seguros y la herencia.
«La ley no puede asumir que solo las parejas heterosexuales pueden ser buenos padres, ya que equivaldría a discriminar a las parejas homosexuales», dijo el presidente del Supremo, Dhananjaya Yeshwant Chandrachud, al leer su sentencia, pero la Sala estaba dividida, y aunque unos jueces sí querían aprobar la adopción y el matrimonio igualitario, terminó ganando el odio.
El veredicto de los 5 jueces del Supremo fue transmitido en vivo a todo el país y a multitudes afuera del tribunal que se reunieron para verlo en sus teléfonos móviles.
Durante el fallo de dos horas el presidente del Tribunal Supremo dijo que lo LGTB es un “fenómeno natural” y pidió al gobierno que garantice que “la comunidad queer no sea discriminada por su identidad de género u orientación sexual”.
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El juez S. Ravindra Bhat dijo que el derecho de las parejas LGTB a elegir a sus parejas no estaba cuestionado y que tenían derecho a celebrar su compromiso mutuo “de la forma que deseen dentro del ámbito social”.
Sin embargo, añadió: “Esto no amplía el derecho a reclamar ningún derecho legal a ningún estatus legal para la misma unión o relación”.