Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se han visto obligadas a admitir por primera vez a una persona trans a sus filas, en cumplimiento de una sentencia judicial que contradijo los planes del presidente norteamericano, Donald Trump, para vetar a los militares transgénero.
El portavoz del Pentágono, Dave Eastburn, en declaraciones a la cadena CNN ha dicho: «El Departamento de Defensa confirma que, a 23 de febrero de 2018, hay una persona transexual al servicio del Ejército de Estados Unidos».
El recluta, del que no han trascendido más datos, no ha comenzado todavía la formación básica. El hecho contrasta con el mensaje publicado en julio de 2017 en Twitter por Trump, que recomendó «no aceptar o permitir» que las personas transgénero sirviesen en las Fuerzas Armadas. «Nuestro Ejército debe centrarse en la victoria (…) y no puede cargar con los enormes costes médicos y los contratiempos que generarían», argumentó, para estupor incluso de la cúpula militar.
El presidente y el secretario de Defensa, James Mattis, estudian posibles medidas relativas al colectivo trans, pero mientras tanto el Pentágono se ha visto obligado a aceptar el ingreso de personas trans a partir del 1 de enero, después de que así lo determinase un juez federal.