En plena jornada de elecciones generales en España, los descerebrados de la extrema derecha, VOX, publicaban el siguiente tuit en su cuenta oficial:
⚔🇪🇸 ¡Qué comience la batalla! #PorEspaña pic.twitter.com/TVgdcP1Kw5
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) April 28, 2019
Sí, no es un meme, no es una broma. Es VOX comenzando su batalla contra las feministas, contra las personas LGTB, contra la izquierda, contra medios de comunicación como La Sexta y El País.
Porque eso es justamente lo que para estas personas de dudosa formación e inteligencia representa la política. Una lucha, una cruzada contra la igualdad de las mujeres y de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Y que sí, que lo sabíamos, que no era una sorpresa, que ya se encargaron de dejarlo muy claro en campaña al decir que gays y lesbianas con hijos no somos familia, que dos mujeres casadas son como dos hermanas viudas casadas, que iban a suprimir toda «ideología de género», que una cirugía de cambio de sexo equivalía a una operación para respingar la nariz, que las lesbianas lo somos no porque nos gusten las mujeres, sino que por odio a los hombres.
Todos esos discursos cargados de odio llevaron al colectivo LGTB a movilizarse. Perder 40 años de derechos es perder nuestras vidas y nuestras libertades tal como las conocemos. Las asociaciones lanzaron campañas, las familias lanzaron vídeos como este:
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Y las personas comenzaron espontáneamente a besarse en los puestos de VOX, para protestar con amor ante tanto odio, tanta homofobia e intolerancia.
Hemos ganado. Los partidos de derecha, dispuestos a pactar con VOX, han vivido un duro revés. Y es que la LGTBfobia del que habían escogido como compañero de viaje no sale gratis.
No ante una sociedad que está mucho más concienciada con el valor de la libertad. Un país más feminista de lo que la derecha piensa.
VOX alardeaba de los 60 o 70 escaños que conseguiría en el Congreso. Se quedó con unos tímidos 23 fascistas. El partido popular ha vivido un batacazo importante, con solo 66 escaños. Ciudadanos 57.
El PSOE, el partido que en 2005 aprobó el matrimonio igualitario, consiguió una holgada victoria con 123 escaños. Unidas Podemos bajó a 42, pero es el favorito de los electores para un gobierno de izquierdas.