La escuela Turó Blau del barrio barcelonés de Sant Andreu del Palomar será el primer centro público catalán validado como «LGTBI amigable» por la Asociación de Familias LGTBI, que el próximo curso aplicará allí el programa «Escuelas Rainbow» para sensibilizar sobre la diversidad en las aulas.
El proyecto, que dura dos años, ya se ha aplicado en otros centros concertados y privados, y se realizará gracias a la subvención de La Filadora, el fondo de solidaridad de los concejales de Barcelona en Comú, que financiará los 4.000 euros por curso que cuesta.
La presidenta de la entidad, Katy Pallàs, ha explicado a Efe que el proyecto «Escuelas Rainbow» es un programa para prevenir las conductas homófobas y la marginación social de las personas LGTBI y de sus familias en las escuelas de infantil y primaria.
Tres profesionales de la entidad formarán a los docentes, a las juntas directivas y al personal no docente de los centros y ayudarán a los profesores a incluir materiales didácticos (como libros o películas) en sus clases, sea cual sea la materia.
Además, durante el segundo año, el centro debe organizar unas jornadas para celebrar la diversidad, a través de actividades, charlas o cineforos.
En los talleres, los formadores explican a los profesores temas como la diferencia entre género y sexo, o la afectación que puede tener el binarismo en las personas que no lo pueden cumplir, siempre con el objetivo de que este conocimiento lo trasladen después a sus clases, con un lenguaje adaptado a los más pequeños.
Esto se consigue a través de materiales didácticos que la entidad pone a disposición de los centros, ya sean libros o largometrajes.
Por ejemplo, la asociación facilita dos documentales que ha rodado: Hom Baby Boom, dirigido por Anna Boluda y que aborda el papel de las familias LGTBI, y Right to Love, de la directora Adaia Teruel, que trata la situación legal de las familias LGTBI en los diferentes países de Europa.
El programa también llevará a la escuela a un cuentacuentos y prestará varios libros para que los profesores los trabajen en clase, como Aitor tiene dos madres, El gran libro de las familias, Las cosas que le gustan a Fran, Papá, papi y yo y La princesa valiente.
La presidenta de la entidad reconoce que el proyecto surgió hace tres años porque las familias venían a su entidad a pedir referencias sobre escuelas seguras, en las que sus hijos no fueran discriminados, ya sea por su orientación o identidad sexual o la de sus padres.
Pallàs cree que «la información es lo que nos hará libres» y por ello ve imprescindible que los niños «escuchen desde pequeños palabras como gay, lesbiana o trans» porque así «se rompe el estigma», y subraya que la mejor manera de hacerlo es desde pequeños y a través del acompañamiento de sus profesores.
El programa está inspirado en otro similar que se lleva a cabo en Inglaterra desde hace diez años y es el único de este tipo en Cataluña ya que, aunque sí que se imparten talleres esporádicos, no hay una «educación en la diversidad sostenida», asegura Pallàs.
Katy Pallàs reconoce que le hubiese gustado contar con el apoyo de la Generalitat, con la que se reunieron hace meses para exponerle el proyecto, tras haber solicitado un encuentro en numerosas ocasiones, aunque finalmente no lograron ningún compromiso, lo que critica porque de esta manera «incumplen» el artículo 12 de la Ley catalana contra la LGTBIfobia.