Cuando Elena Vanni y Deborah Piccinini salieron de la oficina de registro el pasado domingo 24 de julio, habían hecho oficialmente historia.
Ellas son la primera pareja del mismo sexo que ha formalizado una unión civil en Italia, 50 días después de que se aprobase la ley que permitía dichas uniones y sólo un día después de que el proyecto de ley entrase en vigor por completo.
En Castel San Pietro, cerca de la ciudad de Bolonia, incluso el arroz que era lanzado por todos sus amigos les caía como una lluvia de arco iris de colores para celebrar la ocasión.
Las mujeres se conocían desde hacía 15 años y se convirtieron en pareja hace cinco.
Elena y Deborah decidieron casarse el año pasado, cuando el primer ministro Matteo Renzi comenzó a hablar de que se permitiría que las parejas del mismo sexo pudieran realizar uniones civiles en un futuro.
Ellas reservaron el último fin de semana de julio como fecha de su boda, con la esperanza de que el proyecto de ley hubiese llegado a buen término para entonces, y que pudiesen casarse en Italia en lugar de tener que viajar al extranjero para hacerlo.
«Los deseos son el motor que nos lleva a ser felices», le dijo Elena.
Después de la ceremonia, que se llevó a cabo por el alcalde, Elena y Deborah se dirigieron a celebrar su nuevo matrimonio con amigos y familiares en una granja en Conselice.
«Hemos reducido el número de invitados, que será de alrededor de 110, dijo Elena.
«Y vamos a ser muy felices.»