Sorprendentemente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha considerado, según la sentencia emitida esta semana, que la prohibición de donar sangre a los homosexuales que han mantenido relaciones sexuales, la cual existe en algunos estados miembros como es el caso de Francia, puede estar justificada si es necesario debido a la situación sanitaria en el país.
El origen de toda esta polémica viene desde que un médico francés rechazase a un donante de sangre que había mantenido relaciones sexuales con otro hombre, el cual hizo pública esta situación ante el tribunal de Luxemburgo, y es que según la ley francesa, se excluye de forma permanente de la donación de sangre a los homosexuales que hayan mantenido relaciones sexuales, por el posible riesgo de que sufran VIH.
Según la sentencia, «es preciso demostrar que estas personas están expuestas a un riesgo elevado de contraer enfermedades infecciosas graves, como el VIH, y que no existen técnicas eficaces de detección o métodos menos coercitivos para garantizar un alto nivel de protección de la salud de los receptores«.
Por otro lado, el Tribunal también admite que todo esto puede llevar a la exclusión de los donantes homosexuales, algo que no deja de sorprendernos ya que el mero hecho de excluir a alguien de la donación de sangre simplemente por su orientación sexual ya lleva implícita esa discriminación de la que hablan, existiendo el mismo peligro de transmisión de VIH que en el caso de una persona heterosexual que mantiene relaciones de riesgo.