Esta es la preciosa historia de cómo nació una gran, muy gran familia. Ellos son Víctor Sajoza, profesor de francés de 52 años y Jorge, de 53, que llevan 24 años juntos.
Víctor y Jorge soñaban con ser padres. Y en 2017 parecía que su sueño se cumplía, pero no. «En 2017, con mi pareja tuvimos en casa a una beba de 10 días por dos años, pero luego se la restituyeron a la familia biológica, lo que fue un cimbronazo muy grande», cuenta Víctor recordando ese doloroso momento.
Cuando se recuperaron del impacto decidieron intentar otra vez. Por lo que en agosto de 2021 comenzaron con el trámite de adopción sin saber que la navidad de ese año la pasarían con muchos hijos en casa.
Los seis niños tienen entre 7 y 12 años, y son hermanos oriundos de la provincia de Salta que no querían separarse. Zoe, de siete años; Gonzalo, de nueve; los gemelos Valentino y Benjamin, de diez; Luana, de 11 y Tiziano, de 12
Víctor Sajoza habló en Justo en el Medio por RADIOFONICA y dio detalles de la gran decisión que tomaron.
«Fue un proceso muy fuerte, porque nosotros somos de Córdoba y teníamos que viajar a Salta, incluso parte del procedimiento de vinculación lo hicimos mediante videollamadas» comentó Sajoza.
«En julio de 2021 escuchamos el pedido público de estos hermanitos para ser adoptados y en agosto empezamos a tener el contacto con el juzgado para formalizar el pedido de adopción» manifestó y rememoró que entre agosto y diciembre tuvieron que cambiar muchas cosas en su vida. Desde el coche, para que entrara una familia de 8 personas, hasta buscar colegios para todos.
Sajoza sostuvo que «pese a ser una familia homoparental no tuvieron problemas en el juzgado y los chicos recibieron de excelente manera la noticia de que iban a tener dos papás».
También admitió que atravesaron grandes cambios en las organización de sus vidas. Ya que son 6 niños, 6 actividades extraescolares diferentes, fiestas de cumpleaños de los amigos, etcétera.
«Cuando compartimos el primer almuerzo nos empezaron a decir papás y fue muy emocionante», recuerda. “Los niños grandes tienen el mismo derecho que cualquier niño a ser adoptados y a crecer en una familia que los contenga y los acompañe, que les permita ver que pueden ser lo que deseen ser”, dice Víctor a El País.