Líbano se ha convertido en el primer país árabe en celebrar la semana del Orgullo LGTB, un hecho histórico para la región y la comunidad a nivel mundial.
Desde el pasado 15 de mayo en la capital libanesa, Beirut, grupos de derechos LGTB y organizaciones no gubernamentales llevaron a cabo conferencias sobre derechos humanos, desfiles de moda y narraciones de sentando un precedente único en Medio Oriente y contando con el apoyo simbólico de gobiernos occidentales como Reino Unido y Holanda, quienes izaron la bandera arcoíris en sus embajadas en el país.
Sin embargo, la creciente atención mediática tuvo también su lado negativo pues grupos islamistas y religiosos como la Asociación de Musulmanes Eruditos amenazaron con boicotear los eventos durante la semana y algunos de los actos tuvieron que ser cancelados.
Líbano, como la mayoría de los países de la región, es religiosamente conservador y la homosexualidad aún se considera un delito.
Bertho Makso, director de Proud Lebanon, afirmó que la semana supone un punto de inflexión para la vida de los gais, lesbianas, bisexuales y transexuales de Líbano, a pesar de las amenazas de violencia y de la oposición local. “Es increíble. En un enorme logro, supone una visibilidad gigante”, ha asegurado. “Antes solíamos ser ONG individuales, aquí y allá, haciendo actividades. Ahora tenemos toda una semana de actividades planeadas por toda la ciudad. Llegaremos a más gente y divulgaremos más tolerancia.”