Samantha Flores es una mujer trans de 85 años de edad que desde la Fundación Vida Alegre Laetus Vitae, la asociación civil que preside, anhela crear el primer asilo para mayores gais, lesbianas, bisexuales y trans en la ciudad de México. A lo largo de su vida ha construido muchas historias, es feliz y añora que el resto de las personas de la tercera edad se sientan seguras.
“Cuando llego a mi casa y meto la llave en la cerradura digo: qué feliz, ya estoy en mi casa, ya estoy en mi hogar y me siento protegida. Muchos adultos mayores tienen familia, no están desprotegidos, pero el adulto mayor gay es invisible, no tiene ninguna ayuda, está solo”, narra Samantha, quien a lo largo de su vida se ha dedicado al activismo a favor de las personas con VIH, específicamente los niños.
El proyecto busca que el asilo sea creado en la Ciudad de México con la intención de que la idea se extienda a otras zonas de Latinoamérica.
En un primer momento, y con las donaciones que se esperan obtener a raíz de la campaña lanzada en redes sociales, se espera que la casa hogar asista a un total de 8 personas de la tercera edad. El dinero obtenido de las donaciones servirá para financiar el acondicionamiento del espacio e instalaciones, y su funcionamiento diario.
“Tenemos un sueño. Queremos ayudar a un colectivo olvidado, el adulto mayor gay (LGTB+), que en la última etapa de su vida esta desamparado y solo, sin familiares ni descendencia, con una iniciativa pionera en el México y Latinoamérica”, señala la descripción de la campaña.