Lesbofobia. En más de la mitad de países europeos las lesbianas no pueden embarazarse

Lesbofobia alta y clara. Si eres una pareja heterosexual puedes embarazarte en una clínica de fertilidad privada o a través de la seguridad social en todos los países europeos. Simplemente te acercas con tu pareja, UN HOMBRE, y puedes realizarte una inseminación artificial o una fecundación in vitro.

Si sois una pareja de lesbiana o eres madre soltera, no. No en la mayoría de países de este continente «tan avanzado» que es Europa.

Los datos han sido publicados por Civio, «De los 43 países analizados para esta investigación, 12 no permiten a las mujeres sin pareja acceder a fecundación in vitro. Algunos más, 16, vetan también su acceso a la inseminación. Si además necesitan óvulo de donante, la lista de lugares donde se las excluye crece aún más», afirman.

La situación es peor para las parejas de mujeres: en 24 países no pueden someterse a ningún tipo de técnica de reproducción asistida. En general, para el colectivo LGTBIQ+, tener hijos mediante estas técnicas no es un camino nada fácil en Europa. “En los lugares donde es más difícil para el colectivo LGTBIQ+ conseguir un trabajo, salir del armario, casarse o conseguir el reconocimiento legal de su género son también los lugares donde es más difícil tener acceso a técnicas de reproducción asistida”, asegura Cianan Russell, de la asociación de defensa de los derechos de este colectivo ILGA Europe, que nombra Hungría y Polonia como los países en los que su situación es peor, pero asegura que el problema está mucho más extendido. Y que, incluso donde sí pueden hacerlo legalmente, “en papel”, la realidad a veces trae “discriminación, acoso o incluso violencia” durante el proceso. Pero, para él, quienes están sufriendo mayores problemas en este campo son las personas trans e intersex.

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En España las mujeres lesbianas y sin pareja acceden a tratamientos en clínicas privadas y a través de la Seguridad Social. Y desde el año 2005, año en que se aprobó el matrimonio igualitario, derechos de adopción y filiación.

Países vecinos como Francia, acaban de aprobar este año la reproducción asistida para lesbianas, Italia la prohíbe, y uno tan avanzado como Noruega solo incluyó a las mujeres sin pareja el año pasado.

La discriminación lleva a algunas de esas personas vetadas a tener que plantearse difíciles alternativas. En el caso del colectivo LGTBIQ+, narra Russell, hay tres: la primera, enmascarar la identidad real, parejas de lesbianas que mienten diciendo que es una mujer sola la que accede al tratamiento, si eso sí está permitido, o personas no binarias u hombres trans que dicen que son mujeres; la segunda, cruzar fronteras para hacerlo en otro país; la tercera, tener relaciones con amigos o con personas de confianza aunque no sientan atracción por ellos.

Hasta 2011, no hace tanto, en Alemania las personas trans tenían que pasar por un proceso de esterilización para poder cambiar su géneroEsto sigue ocurriendo en varios países europeos. En ocasiones, además, conseguir el reconocimiento legal de su género les puede vetar el acceso y se plantea el dilema. “La persona no debería estar en una posición en la que tenga que priorizar uno de los dos derechos, así no es como funcionan los derechos humanos”, argumenta el portavoz de ILGA Europe.

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