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La historia de hoy nos llega desde Chile.
«Mi nombre es María Paz y tengo 31 años. Mi pareja se llama Edith y tiene 39, estamos juntas desde hace ya 9 maravillosos años. Cuando nos conocimos ella venía saliendo de una relación y yo llevaba tres años con mi pareja.
Nos conocimos el día domingo 13 de mayo del 2007. Desde ese día comenzó nuestra aventura, terminé mi relación por ella. Al mes siguiente nos fuimos a vivir juntas en su departamento, aunque mis padres se opusieron.
Hace años nos propusimos ser madres y juntas vivir todo ese proceso. La idea era que yo me quedara embarazada, ella ya tenía una hija, la que siempre nos apoyó.
Buscamos clínicas de fertilidad en Chile, porque no todas inseminan a mujeres si son lesbianas o solteras. Encontramos una. Las primeras dos inseminaciones no resultaron, y cuando a la tercera ya nos íbamos a dar por vencidas, me hice el test y salió positivo. ¡Fue una emoción inexplicable! Corrí a su oficina y le regale el test. Me abrazó y lloramos.
Desde entonces hemos vivido un proceso maravilloso. Cada una eligió un nombre. Nuestro hijo se llama Mateo Ignacio. Aunque en el registro civil solo puede inscribirlo como hijo mío, lleva primero su apellido. Somos las mamás más felices y enamoradas del mundo.
