Formar familias homoparentales por acogimiento y adopción en España

«La sociedad no nos transmite la idea de la paternidad en hombres gays, como si pareciera que no estuviéramos hechos para ser padres y a día de hoy hay gente que sigue dudando. No en nuestro entorno porque nos conocen y sabían que podíamos»

Estas palabras tan reales y tan representativas de la actualidad pertenecen a Álvaro Peraita, que vive en Cáceres junto a su marido Javier y la hija de ambos, de 12 años, adoptada hace 4. 

Muchas veces se asocia la homosexualidad con la esterilidad. Como si solo por ser lesbiana o gay ya se descartara la posibilidad de formar una familia. Y no es así, muchas y muchos de nosotros sentimos el mismo deseo de formar una familia que otra persona o pareja.

Álvaro y Javier visibilizan las familias homoparentales por adopción en Extremadura, en una entrevista realizada al periódico Nueva España.

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«En el centro de acogida la preparan (a la niña), porque ella la teoría de que hay parejas homosexuales la sabía pero no la práctica. Nunca ha tenido problema pero sí que al principio le costó entenderlo porque no tenía interiorizadas estas relaciones», explica. Esa preparación era necesaria teniendo en cuenta que la niña tenía ocho años cuando la adoptaron: «Nosotros queríamos un niño mayor porque sabemos que suele ser más complicado para ellos el encontrar una familia, porque no todas están preparadas y muchas prefieren un bebé», explica.

La adopción no es la única manera de formar una familia con niños que necesitan un hogar. También está la acogida. Álex Gutiérrez y Jacinto Fernández son otra pareja extremeña . Ellos son padres de acogida de Samira, que ya tiene 2 años.

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«Nosotros queríamos ayudar a un peque, no es nuestra prioridad el ser padres en el sentido de que no nos importa si ella lleva nuestros apellidos o no, ni es más hija o menos hija o para sus abuelos más nieta o menos por eso. Tenemos a Sami en acogida permanente pero es nuestra hija a secas. El día de mañana si sigue con nosotros ella decidirá si la adoptamos pero solo sería por darle una mayor seguridad, nosotros la querremos igual»

Alguna vez escuchamos eso de ‘donde esté una madre que se quite todo lo demás’ y nosotros demostramos que eso no es así. Es verdad que a veces paseando por la calle hay gente que mira, quizás no por nada malo sino porque les extraña. Nosotros solo queremos que se normalice y que se sepa que nuestras familias existen».

Ambas parejas cuentan que el proceso es igual para homosexuales y heterosexuales, y que no vivieron ningún problema de homofobia. El proceso de acogimiento o de adopción no conlleva gastos. Más bien entrevistas informativas, formativas y psicosociales.

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Los técnicos elaboran un informe que llega a un comité, y este informe es positivo se inicia el proceso para buscar un niño para esa pareja, familia o persona sola.

·Hay muchos niños que lo necesitan. Es verdad que hay un cierto miedo a que vuelvan con su familia pero les estás ayudando. El día más emocionante de nuestra vida fue cuando nos entregaron a la niña y en ese momento se te van todos los miedos y se te olvida si es biológico, adopción…Yo quiero tanto a Sami que me duele, no como si la hubiera parido porque me es imposible pero debe ser algo parecido», cuenta Alex, padre de Samira.

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