Algo ha ocurrido entre vosotros. Quizá un engaño, quizá discusiones constantes e insalvables que empiezan a dañaros de verdad, quizá una de las dos ha expresado que no se siente convencida de la relación. ¿Qué puedes hacer ahora?
Te propongo cuatro puntos que debes tener en cuenta para que tu relación funcione:
1. ¿Es la persona para ti?
Date un tiempo para entender qué parte de ti influye en que se mantenga tanto enfrentamiento. Cuando hay que hablar de dos es siempre básico empezar por uno mismo. Porque así tu compañera estará más dispuesta a escucharte y de paso tú te quitarás los filtros que te hacen analizar esta situación sólo desde un punto de vista individual y por lo tanto sin perspectiva:
– Fíjate en si sientes que tu pareja aún te hace crecer; si hace más rica tu vida o por el contrario la limita.
– Fíjate a continuación en si tu pareja todavía te hace sentir, te emociona, te enamora.
En definitiva, no estés en una relación por estar, porque igual eso es lo que está haciendo que la relación no este funcionando. Si sientes que no te ayuda a realizarte en tu camino ni te mueve por dentro, es el momento de parar. Porque siempre que se cierra una puerta, se abren otras muchas.
¿Si? ¿Es ella la persona? Pues vamos a poner toda la carne en el asador para que vuestra relación funcione:
2. El arte de discutir
Es muy importante que ambas sepáis dejar tiempo y espacio si no conseguís solucionar de inmediato una confrontación. No olvides que ¡¡no todas las discusiones se tienen que solucionar al momento!! Y esa necesidad de “arreglarlo ya, no quedarnos con esto dentro hasta mañana”, de “irnos a dormir en paz”, nos puede complicar más las cosas. Muchas discusiones necesitan que pase un día, sin hablarlo, e incluso sin veros.
Cuando reiniciéis el tema, habréis posado vuestro punto de vista y el de la otra, habréis superado el momento de rabia que os impedía ser objetivas al 100% y habréis generado nuevos y mejores argumentos o estrategias para llegar a un acuerdo.
No analices los actos ni las palabras de ella en función de los tuyos propios. Cada persona tiene una forma genuina de hacer y decir las cosas, así que tienes que estar muy atenta a cómo funciona ella para saber cómo entenderla y comunicarte con ella. Fíjate bien, ella no se parece en nada a ti. Ya sé que tú no dirías eso que ella dijo de esa manera pero es que… ¡No sois la misma persona! Así que al escucharla, hazlo desde sus maneras, no desde las tuyas.
3. Si el pasado viene a visitaros, ayudaos a mirar siempre hacia delante:
Si perdonas, perdonas. Si algo ha dañado tu confianza, pero decides continuar, tómate antes unos días de soledad para pensar si realmente crees que puedes perdonar. Perdonar implica mucho mas que pronunciar las palabras “Te perdono”. Implica estar preparado para mirar hacia delante, para no dejarse acechar por recuerdos dolorosos, para trascender el rencor y el dolor que se pudieron dar. Para dar otra oportunidad, pero de verdad. Sé humilde, mírate al espejo y piensa: “¿Estas preparada para realizar el complejo acto de perdonar?”
Si has hecho algo que ha dañado la confianza en la pareja asume tu responsabilidad. ¡¡No porque pronuncies la palabra “Perdón” tu pareja tiene que borrarlo de su mente al momento!! Olvidar es imposible, pero tu pareja te puede perdonar si sabes cómo ayudarla. Déjale tiempo, porque es éste y tus nuevos actos los que devolverán todo a su sitio. Las palabras no pueden nada contra las acciones, así que… demuéstrale y demuéstrate que esto puede funcionar.
4. Compartir y mantener la independencia
Comparte parcelas y proyectos. Los amigos en común, las aficiones… unen. Compartir encuentros sociales e intereses en general hace que podáis crear un mundo común, y que la conjunción de ambas sea más fluida, más intensa y también más divertida.
Mantén la independencia teniendo parcelas y proyectos propios. No todo debes compartirlo con tu pareja. Eso genera una dependencia excesiva, de modo que necesites a tu pareja para cualquier plan social, laboral o personal. Si en algún momento ella falla, te sentirás rara en tu propio medio y para evitarlo alimentarás una relación donde se vaya extinguiendo la pasión y la dependencia afecte a vuestra identidad.
Siéntete dos, ¡pero también siéntete una de vez en cuando!
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