La vida está llena de simbología, y en nuestro día a día hay momentos que nos pueden llegar a emocionar tanto que los grabamos en nuestra memoria para no olvidarlos nunca.
Esa simbología está muy presente en la ceremonia de una boda, desde las flores hasta el arroz o las lecturas que se hacen. Pero sin lugar a dudas, el momento simbólico por excelencia es el de los anillos, un objeto sin principio ni final con el que representamos nuestro ofrecimiento personal hacia nuestra pareja, frente a todos aquellos que comparten ese día tan importante con nosotros.
Sin embargo, existen otros rituales complementarios que también son un fiel reflejo del compromiso que adoptamos a partir de ese momento, dejando de ser seres individuales para pasar a ser un todo con la persona que hemos elegido para pasar el resto de nuestra vida:
Ceremonia de la arena
Necesitáis tres recipientes de cristal. Uno debe estar vacío y los otros dos llenos de arena, teñida o sin teñir.
El ritual consiste en verter a la vez las dos arenas haciendo que se mezcle y cree una nueva variedad, imposible de separar y que simboliza la unión de dos vidas en una.
Ceremonia de las velas
Se necesitan tres velas, dos individuales y una común, simbolizando esta última la base de la nueva pareja con una llama que os comprometéis a mantener siempre viva y que es el resultado de vuestra aportación a la nueva vida que comenzáis.
Ceremonia del vino
Si os gusta disfrutar de un buen vino y cualquier excusa es buena para brindar, este ritual puede tener un significado especial para vosotros.
Necesitaréis un poco de vino tinto y otro de vino blanco que verteréis en una copa, creando un nuevo caldo que simbolizará vuestra unión, resultando una mezcla especial que sólo probaréis vosotros.
Ceremonia de la planta
El amor, la pareja y la vida en común al igual que una planta, hay que cultivarla, regarla a menudo, quitarle las hojas secas y celebrar su crecimiento. Esta simbología se refleja en una maceta, donde plantaréis el bulbo de una planta a la que cuidaréis con mimo, como representación de vuestra vida en común.
En definitiva, una boda es un símbolo en sí mismo de principio a fin. Con arena, velas, plantas o sin nada. Con vuestro amor será más que suficiente.
Macarena Bellido
Wedding Planner