I Am Camp es un precioso proyecto que surgió en zonas rurales de Wisconsin. Podría traducirse como «Campamento Yo Soy», un lugar donde se encuentran niños y jóvenes LGTB para poder expresarse libremente, para hacer simplemente lo que les da gana y ser quienes son.
Lee también: Mi princesito. El niño que va a clases con vestido.
Niños y jóvenes que muchas veces se han sentido cohibidos y constreñidos en su orientación sexual o su identidad de género. La primera vez que se hizo el campamento fue en 2007 y solo se presentaron tres familias. Pero desde entonces no ha dejado de creer.
Lindsay Morris es una fotógrafa que hace años llevó a su hijo a uno de estos campamentos. Y ese fue el punto de partida de este trabajo fotográfico. “Las imágenes fueron una forma de mantener a nuestros hijos conectados en su vida normal, donde siempre tenían que explicarse, siempre los miraban por encima del hombro y, a menudo, no se sentían seguros”.
Lee también: La orientación sexual de los niños
“Estos niños no creían que existieran otros niños como ellos”, afirma Morris. Su hijo Milo tenía 7 años cuando llegó al campamento. Y fue directamente hacia la ropa, los juguetes y las actividades que normalmente se consideran de niñas. “Todavía me da escalofríos pensar en [estos niños] su experiencia de conocerse por primera vez. Todos eran tan similares, todos tan parecidos en lo que amaban, y los padres lloraban y lloraban”.
“Fue difícil para algunos; ciertamente hubo algunos divorcios en el camino”, dijo Morris. “Pero si no estabas allí para apoyar a tu hijo, estabas fuera. Porque conocíamos las estadísticas, conocíamos las tasas de suicidio, solo queríamos mantener vivos a nuestros hijos”.
Lee también: Soy gay y a los 10 años intenté el suicidio. Así nos afecta la homofobia.
Mantener vivos a nuestros hijos, qué frase tan reveladora, tan llena de amor a la vez que tan reivindicativa denunciando el final que tiene injustamente la vida de muchos niños LGTB.
Aquí te dejamos algunas de las imágenes del precioso trabajo de Lindsay Morris: