El Tribunal Superior de Gaborone ha declarado inconstitucionales dos artículos del código penal de Botsuana que criminalizan las actividades homosexuales consentidas entre adultos, despenalizando así las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en este país del sur de África.
Uno de los tres magistrados instructores del caso, Michael Leburu, declaró: «En nuestra opinión, las secciones 164 y 165 menoscaban el derecho del demandante a la dignidad, la privacidad y la libertad y, en último término, son discriminatorias en la práctica».
Se trata, en concreto, de la invalidación de las secciones 164 y 165 del código penal de Botsuana, aprobado en 1964, que criminaliza el «conocimiento carnal contra natura» y «los actos indecentes entre personas», respectivamente.
Los jueces dieron la razón a varios litigantes, entre ellos, Letsweletse Motshidimang, un ciudadano gay de Botsuana que cuenta también con el apoyo de organizaciones locales e internacionales como el Centro de Litigación de África del Sur (SALC).
Los demandantes habían pedido revisar la constitucionalidad de las leyes que criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo sexo, actualmente castigadas con penas de hasta siete años de cárcel.
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Los magistrados también rechazaron el argumento principal del Gobierno, para quien la sociedad botsuanesa no estaba aún preparada para este cambio legal. «La opinión pública en casos como estos es relevante, pero no decisiva. Se trata de derechos fundamentales más que del punto de vista del público», consideró Leburu.
El magistrado subrayó que «una nación democrática es aquella que practica la tolerancia, la diversidad y una mentalidad abierta«, e incidió en que «la inclusión social es capital para acabar con la pobreza y lograr una prosperidad compartida. El Estado -concluyó- no puede actuar como un policía en las camas de la gente», y la criminalización del sexo homosexual «no forma parte del interés común».
Botsuana se suma así al grupo de 21 naciones en el continente africano, como Ruanda, Costa de Marfil o Seychelles, que no criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, ya sea porque han sido despenalizadas o a causa de un vacío legal.
Esta es una buena noticia para la comunidad LGTBI en África, después del golpe sufrido este 24 de mayo en Kenia, cuando el Tribunal Superior de Nairobi declaró constitucionales los artículos del Código Penal que criminalizan las relaciones homosexuales.
Los miembros de la comunidad LGTBI que asistieron hoy al juzgado abandonaron la sala entre cantos y abrazos de alegría y las redes sociales se han llenado también de felicitaciones. Aún así, las relaciones entre personas del mismo sexo siguen siendo ilegales en 36 países africanos, según Open For Business, una coalición de compañías mundiales que abogan por comunidades inclusivas y diversas.