Chaya Milchtein y Morgan son una pareja de lesbianas que acaba de casarse en Estados Unidos. Estaban felices y emocionadas con la idea de pasar la vida juntas y celebrarlo en una ceremonia, pero la lesbofobia se encargó de empañar esta alegría. ¿Y cómo? Pues con sus padres.
Ni los padres de Chaya ni los de Morgan querían estar presente en un día tan especial para sus hijas, y cómo imaginas, el rechazo de los padres por orientación sexual es una herida que a muchos les toca trabajar y sanar.
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«Ninguno de nuestros padres estaba interesado en celebrar con nosotros, y Morgan quería ir a Las Vegas y casarnos. Yo, por otro lado, quería un asunto más comunitario. Nuestra relación ha sido realmente impulsada por la construcción de la comunidad, por lo que cuando el COVID golpeó y no parecía ir a ninguna parte, ideamos un plan. Una boda virtual, donde nadie estaría en persona, pero todos serían invitados virtualmente».
El día que se casaron alquilaron una pequeña casita con jardín en Indianápolis, donde no se necesitan testigos para celebrar un matrimonio. Solo asistieron «nuestros vendedores de tallas grandes, negros y gays«, como afirman.
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«Trabajamos para crear una ceremonia que realmente hablara de nuestra relación única, de las creencias sobre el mundo y el matrimonio, y que se apoyara en la fuerza de la comunidad.
«Escribí partes de la ceremonia, incorporando las costumbres tradicionales judías con un giro estadounidense, y llevando a casa la idea de que el amor no lo conquista todo, y que hay mucho trabajo por hacer, tanto en el mundo como para sostener una relación que parece desafiar todo sentido», cuenta Chaya en sus redes sociales.
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Y aquí viene el momento especial. Para no estar tan solas decidieron transmitir su boda por Facebook, y vaya sorpresa de llevaron cuando recibieron la compañía virtual de 10 mil personas.
«Fue la experiencia más increíble que podríamos haber pedido», dijo Chaya. «Es realmente posible tener una boda única, apasionada y memorable sin que la gente esté allí.»
Fuente: Cromosoma X