Realmente es difícil poder imaginar lo que puede sentir una niña de 11 años que ha tenido que luchar toda su corta vida. Luchar para ser escuchada, para ser comprendida y para que sus padres entendieran que era una niña, a pesar de haber nacido con el sexo biológico de un niño.
Cuando parece que por fin todo termina, cuando por fin puede vivir como una niña, debe enfrentarse a un acoso feroz por parte de niños de su misma edad, sus compañeros de colegio.
La niña acude a un colegio católico en Manchester, Reino Unido. Su madre denunció el acoso al que era sometida la pequeña. Sus compañeros le pegaban, empujaban, pateaban en el suelo, escupían, le arrojaban agua, rayaban sus cuadernos y libros con insultos de todo tipo, a ella y a su madre, y con dibujos fálicos.
El último episodio sucedió hace unos días, cuando la niña recibió disparos con una pistola de aire comprimido. “En la mañana mi hija recibió un disparo y no me enteré de inmediato, sino por accidente, ya que tenía que ir a la escuela a tratar el incidente anterior. Cuando llegué, ella estaba extremadamente quieta, estaba impactada, no hablaba. Fue horrible”, relató. “Yo seguía pensando en que hay niños que han muerto por armas de aire comprimido. ¿Qué pasa si hubiera sido un cuchillo o algo más? Ella llegó a casa y dijo que estaba harta, que quería aventarse de un puente”
¿Sabéis como los compañeros se enteraron de que era trans? Una de las niñas de su clase la tenía amenazada con revelar «su secreto» a todo el mundo, era tal la presión que vivía que ella misma acabó gritándolo en el comedor de la escuela.
La madre no sacó a su hija del colegio antes porque quería que fueran los y las agresoras las que se fueran de la escuela. Su hija era la víctima.
Ahora ambas luchan por recuperar la estabilidad de la pequeña, que desde ese espantoso «incidente» no deja de tener pesadillas e ideas suicidas.
Hace más de un año tuvimos que despedir en España a Alan, un niño trans que aunque era aceptado y amado por su familia, sufría también un terrible acoso escolar.
Basta ya de despedir a nuestros niños. Basta ya de este sufrimiento insoportable.
Fuente: Desastre.mx