Leo Varadkar ha ganado las elecciones al liderazgo del Fine Gael, el partido demócrata cristiano, mayoritario de Irlanda, y va camino de convertirse en primer ministro gay de Irlanda.
Leo Varadkar, de 38 años, hijo de inmigrantes indios, ha sido elegido como sucesor del veterano Enda Kenny, que presentó su dimisión por un escándalo de corrupción policial.
Varadkar se hizo especialmente popular en Irlanda por su papel en el referéndum del matrimonio igualitario en el 2015. Su compañero es un médico como él, Matthew Barnett. Su estrella política ha ido en ascenso desde entonces, así como su capacidad para romper esquemas: «No soy un político medio indio, ni un doctor metido en político, ni un político gay… Todo eso forma parte de mí, pero no me define por sí mismo«.
Tras conquistar el liderazgo en su propio partido, Varadkar asumirá previsiblemente el cargo de ‘taoiseach’ el 13 de junio, tras una votación en el Parlamento.
Aunque Varadkar ha tratado de alejar la atención sobre su sexualidad de su política, para un país que está cada vez más tratando de centrarse en una identidad europea más liberal y sacudir la resaca de la participación religiosa en la política, un discurso como el de Varadkar, con su particular tono, sigue siendo innovador.
“El prejuicio no tiene ya sitio en esta república”, ha dicho Varadkar en su discurso como ganador. “Cuando mi padre viajó 5.000 millas para convertir Irlanda en su casa, dudo que alguna vez pudiera soñar que un día su hijo se convertiría en su líder. Que, a pesar de sus diferencias, su hijo sería tratado de manera igual y juzgado por sus acciones y su carácter y no por su origen o su identidad”, ha concluido.