Seguimos estando en el pasado. Sigue siendo 8 de Diciembre y siguen faltando 16 días para navidad, bueno.., unas horas menos. En realidad de lo que tengo ganas es de que llegue el 31 de Diciembre ya que mi mujer y yo partimos desde Berlín hacia Barcelona para empezar el año con aire fresco y marinero, espero que embarazadas y por supuesto con la familia. ¡Un nuevo comienzo!
Como expliqué en el blog anterior, se nos pasó por la cabeza encontrar donante en alguna web conocida y ver si de ahí surgía algo interesante. Bien, pues aparte de un montón de chicos raros, raros de verdad. Nos escribió un chico alemán, 21 años, estudiante, atleta, 1’91 de altura, rubio, ojos verdes, todo tenia buena pinta. Antes debería decir que para nosotras es importante que el donante tenga las características básicas parecidas a las de mi mujer, ella mide 1,86, ojos verdes y pelo castaño claro o rubio oscuro.
Bien, pues el joven contactó con nosotras. Al principio muy simpático, nosotras, emocionadas, subimos a un tren que nos llevó a una ciudad que se encontraba a dos horas de Berlín, lugar dónde él vive. Los primeros 5 minutos fueron bien pero después la cosa empezó a decaer. Estábamos en un parque y decidimos ir a tomar un café. A partir de ese momento en que nos levantamos del banco para ir al café, yo ya decidí que no quería seguir con aquello de esa forma y por suerte mi mujer pensó y sintió lo mismo. Más allá de algún comentario homófobo del chaval, la tensión era palpable. Sigo sin entender como alguien con esos ideales se puede ofrecer a ser donante de una pareja de lesbianas, múltiples veces, en fin.
Inmediatamente decidimos buscar otra opción, también una más segura legalmente. Cada familia hace las cosas a su manera, nada es correcto o incorrecto a la hora de formar tu familia, puesto que es la tuya, pero nosotras nos sentíamos mejor planteándolo ahora de otra manera. ¡Entonces llegó Cryos! La archiconocida web del banco de semen dónde lesbianas y madres solteras acuden desde todas partes del globo terráqueo para hacer milagro y crear un retoñín.
La sensación es de estar en una web de citas a ciegas donde haces preselección de los hombres, altura, raza, color de ojos, piel, grupo sanguíneo, cmv ¿negativo o positivo?, movilidad del esperma… La verdad es que es divertido, al menos al principio.
Otra pregunta importante, bueno, realmente yo diría la más importante, es ¿donante anónimo o no anónimo?
Nosotras desde un principio teníamos claro que queríamos un donante No anónimo, así si el bebé en algún momento siendo mayor de edad se le plantea la necesidad o la curiosidad de saber quién es la otra parte biológica que estaba en juego cuando le concebimos, tendrá la posibilidad de saberlo.
Creemos que es un derecho que los niños debería tener (siempre que sea posible dependiendo las leyes de cada país). Es un tema peliagudo, hay mucha controversia. La verdad es que nosotras esperamos no tener que pasar por ello, pero si llega el momento, nuestro hijo será libre de decidir si quiere tener más información o no. Estará en sus manos como persona adulta. Pero lo dicho, cada uno lo hace a su manera y según sus posibilidades.
Tengo la inmensa suerte de tener a mi futura mujer a lado de lleno en esto, en nuestra familia. Si no, no sé cómo sería capaz de vivir todas estas experiencias.
¡Comentad y compartid vuestras historias con nosotras! Nos encantaría saber cómo fue o está siendo para vosotras.
¡Nos vemos la semana que viene con más y mejor!
por Erika Sánchezdos ma