
Soy mujer, soy lesbiana y soy mamá de familia numerosa. Tengo tres hijos. Dos son hijas perrunas, de 6 y 3 años. El otro es un bebé recién nacido que ha venido a llenar de amor nuestra peculiar familia de solo una progenitora.
Disfruta, los niños crecen muy rápido, me decían todos. Y yo lo sabía, aún recuerdo cuando mis hijas perrunas eran tan pequeñas que me cabían en el bolsillo del abrigo.
Me hablaron de Carolina, una fotógrafa de 40 años, madres de dos pequeños, de 4 y 2 años, que no solo era LGTBfriendly, sino que además tenía mucho arte para inmortalizar familias y bebés.
Nos dirigimos a su estudio, un lugar muy cálido en Guadalajara, a una hora de Madrid. Tomando un café y unas galletas conocimos más de su trabajo y su persona. Cuando era madre de su primer hijo la despidieron de su trabajo, fue el catalizador para decidir hacer de su hobby, la fotografía, su medio de vida. Ahí comenzó a formarse de manera profesional. Y su foco estuvo en las familias y los bebés.

“Quería especializarme en algo, durante mi embarazo empecé a fijarme en esas fotos de bebés que hacen las americanas y me dije, esto lo tengo que hacer yo. Me encanta trabajar con familias unidas, enamoradas de sus parejas de sus hijos… Aunque también he acabado haciendo bodas, si trabajas en lo que te gusta y pones pasión en tu trabajo, puedes combinar perfectamente ambas cosas”, nos cuenta Carolina.
Mi hijo tenía solo 10 días cuando llegó al estudio de Carolina. Un lugar luminoso, calentito, con el ruido de un secador de fondo que según me contó Carolina, es el tipo de ruido de que recuerda al corazón de mamá desde dentro.

Me llamó la atención y me encantó la ternura y el cuidado que ponía para que mi bebé pudiera ser fotografiado en las poses más dulces. Y qué decir de las imágenes con mis otras hijas. Mucha paciencia para captar la espontaneidad en su mejor momento.
“Para conseguir que los bebés se relajen hay que hacerlo con mucha paciencia y sobre todo estando yo misma totalmente relajada, trabajar con recién nacidos al contrario de lo que muchos puedan pensar, me produce paz y serenidad. Eso y una serie de pautas que se les indican a las mamás antes de venir para que el bebé mantenga el sueño profundo y podamos hacer el mayor número de fotografías posibles.

Carolina tiene muchísimo atrezzo, las posibilidades son infinitas. Y también muchos clientes de familias diversas. “He trabajado con varias familias homoparentales, siempre de chicas, estoy deseando que alguna pareja de hombres quiera compartir conmigo su paternidad. Y la experiencia no ha podido ser más positiva. Empatizo muchísimo con ellas, quizá porque sé muy bien que el camino para llegar a tener ese bebé que tengo en mis brazos no es tan fácil como el de una pareja heterosexual, y además todas coinciden en ser encantadoras”.
Puedes contactar con Carolina en su página facebook o en su web.