A pesar de que Malta siempre haya sido considerado un país conservador y con unas tradiciones católicas muy arraigadas, puede también decirse que se trata de uno de los más progresistas en lo que se refiere a los derechos LGTB.
Si que es cierto que aún no reconoce el matrimonio igualitario, pero a pesar de ello ahora ha pasado a ser el primer país europeo que prohíbe legalmente las terapias de conversión; y no sólo eso sino que además las penaliza con multas de hasta cinco mil euros y penas de prisión para aquellos que pretendan aplicar estas terapias.
Además dentro de la llamada Ley de la Declaración de Orientación Sexual, aprobada el pasado martes, también se contempla el permiso de entrada de personas extranjeras que quieran hacer la transición de género en Malta y la reducción a 16 años de edad para poder solicitar el cambio de sexo.
Con esto se convierte en un país referente en lo que se refiere a los derechos de la comunidad LGTB en un momento en el que en otros lugares aún hay mucho por hacer, como en EEUU donde sólo en media docena de estados están prohibidas este tipo de prácticas o en China donde aproximadamente un 10% de la población homosexual ha acudido alguna vez a este tipo de terapias.