Ross y Chris Muller viven en Edimburgo, Escocia. Hace 11 años se conocieron y se enamoraron, y hace tres dieron el «sí, quiero» ante sus amigos y familiares.
Los unía el fuerte deseo de formar una familia, por lo que la idea inicial fue la adopción, pero los años de espera los hicieron contemplar la opción de la gestación subrogada.
Desde hace dos años la gestación subrogada se encuentra entre los servicios públicos que ofrece la Seguridad Social escocesa para tener hijos, pero hasta ahora solo había estado reservada a las parejas heterosexuales.
Por eso Ross y Chris hacen historia al convertirse en la primera pareja gay del país en conseguir tener un hijo de esta manera.
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El primer paso fue una FIV, fecundación in vitro, para conseguir los embriones. Con los óvulos donados por una amiga de Chris y esperma de uno de los miembros de la pareja, se obtuvieron 8 embriones.
A través de una empresa privada la Seguridad Social contrató una madre gestante. En Reino Unido se considera que la gestante es la madre legal del niño que nace, independientemente de que se haya firmado un contrato. Lo que quiere decir que si ella quiere quedarse al bebé que ha gestado, está en todo su derecho.
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No es para nada frecuente que esto suceda, lo más normal es que dentro de un plazo de 6 meses desde el nacimiento del bebé, se transfieran los derechos de paternidad a la pareja heterosexual o gay que ha participado del proceso.
En este caso la gestante contratada es de Cambridge y consiguió el embarazo después de la primera transferencia de embrión.
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Ross y Chris esperan un niño que nacerá a fines de julio. Están muy emocionados. Para la familia de Ross es el primer nieto y ya no pueden esperar. En la familia de Chris ya hay dos pequeñas, así que este bebé será el primer nieto varón.
Ambos están muy agradecidos de sus familias y amigos, que los han colmado de regalos, y también del sistema de salud público, ya que realizar una gestación subrogada por el sistema privado cuesta aproximadamente 45 mil libras.
