FELGTB, 25 años trabajando por nuestros derechos

FELGTB es la Federación Estatal de entidades democráticas en defensa del colectivo LGTB. Es una organización que estructura el movimiento, genera redes de trabajo y colaboración, permite que todas las voces sean escuchadas y sirve de interlocutor más o menos único y poderoso frente a los poderes públicos.

Jesús Generelo, su actual presidente, puntualiza que es una experiencia de participación ciudadana que se ha demostrado muy eficaz y sin la cual la igualdad en España no hubiera avanzado a la velocidad que lo ha hecho. La dispersión y las rencillas internas del movimiento LGTB no beneficiaban en absoluto la capacidad de negociación, presión, presentar demandas con coherencia, etc.

Oveja Rosa: ¿Cuáles son los principales objetivos de la Federación?

Jesús Generelo: El principal objetivo es la igualdad y la visibilidad del colectivo LGTB. Para alcanzarlo realizamos una incidencia política, una presión social y mediática, coordinamos proyectos de atención y desarrollo del colectivo entre las organizaciones de todo el territorio, promovemos la investigación que nos permita conocer mejor nuestras necesidades, y potenciamos la visibilidad de todas las identidades, muy especialmente las más invisibilizadas.

Si hablamos de objetivos concretos podríamos mencionar la consecución de una Ley de Igualdad LGTBI, un pacto de Estado frente al VIH y el estigma y la discriminación que conllevan, un pacto de Estado por una Educación inclusiva y la visibilización de las identidades más marginadas, como la trans o la bisexual.

O.R.: Ya son más de 45 asociaciones las que conforman la Federación y el número sigue en aumento ¿Cuál es la importancia de estar federado?

J.G.: La importancia del trabajo en equipo. Por un lado, la unión hace la fuerza, se maximizan esfuerzos, se avanza mucho más rápido… Lo que hace una entidad lo aprovechan las demás, se trabaja en conjunto, se realizan estudios coordinados, se comparte la información y la formación… Es como avanzar en tren de alta velocidad o en cercanías. Las entidades no pierden ninguna independencia, todo lo contrario, tienen un altavoz mayor, la posibilidad de multiplicar por 45 sus acciones y sus conocimientos.

Además, es una experiencia democrática muy interesante porque las estructuras que vamos creando, siempre democráticamente, se hacen, entre otras cosas, para garantizar que las voces más poderosas (ya sea porque los gais son mayoría, o porque hay entidades más grandes que otras, por ejemplo) no dominen a las más minoritarias o menos escuchadas. Se trabaja desde la paridad, el reparto equilibrado de tiempos y espacios, la igualdad de todas las identidades en la toma de decisiones… Es una experiencia de participación democrática ciudadana apasionante que le recomiendo a cualquier organización LGTB.

O.R.: Acabáis de presentar la Ley de la Igualdad LGTB ¿Cuáles son los puntos fundamentales y cómo cambiarían las cosas de ser aprobada?

J.G.: Para empezar, hay que decir que se trata de una ley eminentemente pedagógica que establece la obligación de intervención de los poderes públicos. Además, corrige los flecos todavía pendientes de la legislación actual (el derecho a la reproducción asistida en la Seguridad Social para cualquier persona con capacidad de gestar, la filiación de los hijos en igualdad o el derecho a no ser mutilado si eres intersexual, por ejemplo). En materia trans establece los derechos constitucionales vulnerados de no ser tratados como enfermos y de respetar la autodefinición de género.

Por otra parte, se establecen las medidas necesarias para que, en todos los ámbitos de la vida, se instauren mecanismos que potencien la visibilidad del colectivo LGTBI, le garanticen la seguridad y la igualdad. Se incide mucho en la formación de profesionales, en la prevención, la información y el conocimiento. Aunque, por supuesto, se crean también las faltas administrativas correspondientes con sus sanciones.

Es una ley que puede -y debe- cambiar el paradigma social para que la diversidad sexual, de género y familiar no sean consideradas como negativas, problemáticas o sospechosas, sino que sean vistas como un valor social positivo a respetar y favorecer. Es una ley que va a favorecer la convivencia y que va a ayudar a miles de personas a alcanzar una mayor seguridad, autoestima y felicidad. Una ley que puede demostrar a la ciudadanía que la política puede ser algo hermoso y útil.

O.R.: ¿Qué supone la celebración del World Pride en Madrid?

J.G.: Por un lado, el reconocimiento internacional del gran trabajo que se lleva realizando en España en las pasadas décadas. Por otro, la oportunidad de lanzar al mundo un mensaje de diversidad, igualdad, libertad y fraternidad. Va a volver a demostrar la capacidad que tiene el colectivo LGTB de reivindicar celebrando y de celebrar de un modo reivindicativo. Será un punto de unión de millones de personas a través de la celebración de la diversidad, la reivindicación de derechos, la cultura, la fiesta, el deporte… Va a ser un evento único que nadie debería perderse.

O.R.: Por último, este año se celebra el 25 aniversario de la Federación ¿Cuál sería el balance de toda vuestra andadura?

El balance no puede ser sino totalmente positivo, sin matizaciones. Si la FELGTB no se hubiera inventado, habría que hacerlo rápidamente. Es el sueño de unas y unos activistas visionarios, que entendieron que teníamos que dejar de funcionar a modo de pequeños reinos de taifas y de ombliguismos y que lo importante eran los derechos LGTBI. Gracias al trabajo en red, a la solidaridad de las entidades que la han ido conformando, se han podido lograr hitos tan importantes como la organización de un Orgullo Estatal anual, que se ha convertido en el más importante de Europa; se convenció a la mayor parte del arco parlamentario de que necesitábamos el Matrimonio Igualitario, que leyes específicas no eran suficientes; también de la necesidad de una Ley de Identidad de Género que permitiera a las personas transexuales adecuar su documentación a su género. Se ha logrado tanto y tanto que es difícil resumirlo. Y ahora, la FELGTB asumió el compromiso de redactar una Ley para conseguir el nuevo reto: la igualdad real. Esta ley se ha trabajado y consensuado con muchísimas otras organizaciones. Porque si algo define estos 25 años, además de la capacidad de soñar y de hacer realidad los sueños, es la generosidad de la FELGTB. Sigue la máxima de nuestro expresidente, el añorado Pedro Zerolo: Sumar, siempre sumar. Por eso trabajamos en colaboración estrecha y a menudo conveniada con sindicatos, universidades, fundaciones, organizaciones de personas con discapacidad, etc., etc. De verdad, la FELGTB es un modelo de democracia, de participación, de riqueza ciudadana. Y presidirla, el mayor honor que he recibido en mi vida.

www.felgtb.org

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