Enseñar valores a nuestros hijos es la mejor manera de ayudarles a lograr sus objetivos en esta vida. La tolerancia, la perseverancia, la paciencia, la empatía, son, no sólo cualidades morales positivas, sino herramientas perfectas para enfrentarse a la vida.
Nacemos con la capacidad de ser empáticos o pacientes, por ejemplo, pero si no ejercitamos esos potenciales, no se desarrollarán.
El niño de pequeño no es ni bueno ni malo pero es egoísta. Desde su desconocimiento de lo que le rodea, él mundo gira en torno a él, igual que la humanidad creía que las estrellas y los planetas giraban entorno a la tierra. Necesita que le enseñemos a ser tolerante y a respetar al otro: no puede aprenderlo por sí solo. De ahí la importancia de la educación.
• La absoluta mejor manera para que nuestros hijos aprendan valores es predicar con el ejemplo. Si queremos, por ejemplo, que nuestro hijo sepa compartir, cualidad que le evitará ser envidioso en la edad adulta o compararse constantemente con los demás, debemos ser nosotros mismos los primeros que compartan los juguetes de nuestros hijos con los demás, incluso los que estrenaron ayer. Si, una tarde que jugaban juntos, el hijo del vecino se encariña con un peluche de nuestro hijo, ¿por qué no dejárselo un par de días?
De la misma manera podemos iniciarle en los demás valores. Ser saludable, por ejemplo, es algo que se aprende. Si fumas, aunque sea en la ventana, tu hijo relacionará el hábito de fumar con una figura de apego importante, de tal forma que el tabaco tendrá una connotación positiva inconsciente para él en el futuro.
• Otra gran ayuda para enseñarle valores a nuestros hijos son los cuentos, las películas, los dibujos animados. Todos los cuentos tienen enseñanzas explícitas e implícitas. Los cuentos les dan muestras, ejemplos, de cómo la valentía, la perseverancia, la empatía, pueden ser útiles para las personas. Los niños tienen una poderosa capacidad, la imaginación, que les hará identificarse profundamente con los personajes que vean. Es interesante comentar con ellos las películas y cuentos después de verlos y leerlos. Ayudar a nuestros hijos a reflexionar sobre ellos. Incluso les podemos hablar de personajes reales, que hayan hecho algo por la humanidad o que hayan logrado algo importante a base de perseverar.
• Tener que cuidar de uno mismo y de los demás aporta un valioso aprendizaje. Se dice muchas veces que los hermanos mayores son mas responsables, y en muchas ocasiones es cierto, por el simple hecho de que desde pequeños han tenido que cuidar de sus otros hermanos. Os recomendamos que vuestro hijo cuide de algo o de alguien. Una planta, nuestra mascota, etc. Le podemos dar ciertas responsabilidades adaptadas a su edad que, seguramente, estará encantado de cumplir porque le harán sentirse importante.
• Es muy aconsejable implicar a nuestros hijos, desde cualquier edad, en iniciativas solidarias. Tal vez animar a nuestro hijo a destinar una cantidad de su paga para apadrinar a un niño junto a nosotros, o cualquier otra iniciativa en la que pueda participar, cediendo sus juguetes usados, etc. Estas prácticas son verdaderamente efectivas si queremos que nuestro hijo sea una persona comprometida y concienciada.
• Por último, la cultura, el conocimiento es, sin duda, una gran arma para enseñar valores. Aprender de una forma lúdica la historia de la humanidad, conocer y acercarse al mundo animal y rural, conocer otras culturas, sus costumbres, vestimentas, gastronomía. El objetivo de la cultura no sólo es un buen futuro laboral, también ayudará a nuestro hijo a abrir la mente y coger perspectiva del mundo en que se encuentra.
Todos estos hábitos le ayudará a trascender su egoísmo, y eso es una vacuna contra la envidia, la dependencia emocional, la ansiedad o la depresión.
Rocío Carballo
Psicoterapeuta
www.rociocarballo.com
