Estamos bombardeados de mensajes y anuncios que separan muy bien los roles de cada género. Muñecas, cocinas, tacitas de té y cualquier cosa de tonos pastel o intensos y ligeros rosas para niñas. Coches, aviones, armas, juegos de construcción, pelotas, etcétera para niños.
Jugar es importante, es vital, es la manera en que los niños aprenden a socializarse y la forma en que representan el mundo, su mundo. ¿Cómo juegan nuestros hijos? ¿A qué juegan? ¿Qué les gusta y qué no? ¿Qué creen que debe gustarles y qué creen que no es adecuado para ellos y ellas?
Riley tiene 4 años y no entiende por qué las niñas se ven forzadas a comprar princesas y los niños superhéroes. Su padre le hizo este video que se ha convertido en un fenómeno en la red:
Educar a los hijos es una labor del día a día, pero por su bienestar es adecuado tener desarrollado un plan, una idea acerca de qué tipo de personas queremos que sean. Y tener en cuenta sus juegos y, por supuesto, sus juguetes, es de vital importancia.
El Instituto Andaluz de la Mujer publicó un decálogo que ayuda a los padres a elegir juguetes no sexistas:
- Los niños y niñas aprenden jugando. El juego es libre y espontáneo. No hay juguetes de niños o de niñas. Evita los que transmitan esta idea.
- No hay colores de niño o de niña, sólo etiquetas sociales que limitan la creatividad. Elijamos los colores, no dejemos que ellos nos elijan.
- Intenta elegir juguetes que reflejen la diversidad de cada persona: somos iguales, somos diferentes.
- Orientado en una buena elección de juguetes también estás educando. Escoge con acierto, teniendo en cuenta que sean seguros, acordes con la edad y libres de prejuicios sexistas.
- Regala juguetes que ayuden a promover todas las capacidades y habilidades personales de niñas y niños, posibilitando tanto juegos tranquilos como los que requieran actividad física.
- Busca juegos y juguetes que potencien la igualdad en la participación y el desarrollo de sentimientos y afectos, sin diferenciación, en niñas y niños.
- Evita juguetes, juegos y videojuegos violentos. Educa para resolver problemas de forma positiva, constructiva y creativa.
- A veces la publicidad muestra imágenes y valores distintos de los que queremos enseñarles. Es importante escuchar a las niñas y a los niños, no hay que ignorar sus peticiones, pero tampoco decirles que sí a todo.
- Busca libros, juegos, videojuegos y juguetes en los que se nombren y estén presentes niñas y niños.
Es un trabajo difícil educar en un ambiente de igualdad, puesto que la publicidad y muchas veces el ambiente van justamente en la dirección opuesta. No obstante, se puede.
Algunas empresas empiezan a captar el mensaje y orientan su discurso en este sentido, como el de esta juguetería.
Un anuncio de Campofrío invitaba a hacer una reflexión con los modelos de mujer que se alimentan, justamente, con lo que compramos a los niños para jugar.
¿Y tus hijos e hijas? ¿Cómo juegan? ¿Cómo viven?