Frances Goldin tiene 92 años y vive en Nueva York. Llama la atención su coraje y su fuerza. Durante más de 30 años asiste cada mes de junio a la macha del Orgullo LGTB de su ciudad. Incluso cuando no tenía el carácter más festivo que tiene actualmente, sino que más bien podía causar repulsa y discriminación.
Frances tiene dos hijas lesbianas, Sally (70) y Reeni (68). Y ningún año, desde que comenzaron las manifestaciones del Orgullo ha dejado de asistir con su letrero que dice: «Adoro a mis hijas lesbianas. Mantengámoslas a salvo» (esta última frase la incorporó en 1993).
«Es una especie de dedo en la llaga con la gente, especialmente aquellos cuyos padres los rechazaron. La respuesta a la señal siempre es tan grande que me impulsa a seguir adelante», comentó Frances en una entrevista, a quién muchas veces se le acercan chicos y chicas para preguntarle: «¿puedo adoptarla como madre?».
Durante años, en el día del Orgullo, Frances entabló amistad con jóvenes gais y lesbianas que se sentían atraídos por su cartel y le pedían ayuda. Según cuenta a los medios escribió muchas cartas a los padres y madres de éstos.
«Creo que he cambiado las mentes de algunas personas y estoy contento por eso. Todo el mundo debe apoyar a sus hijos homosexuales y lesbianas, que se pierden mucho en la vida si no lo hacen», comenta esta admirable mujer.
Aquí puedes ver a Frances a lo largo de los años, siempre en la misma esquina, en la 18th con la 5º avenida.