Jessica Polak (34) y Ximena Beretervide (39) son pareja desde hace diez años. Y hace casi dos decidieron que estaban listas para cumplir un sueño, ser madres.
Jessica y Ximena viven en Uruguay, y les hace mucha ilusión tener un hijo a través del método ROPA, esto es que una de ellas aporta el óvulo y la otra gesta al bebé. El método ROPA es el tratamiento de reproducción asistida que mayor posibilidad da a ambas mamás de participar activamente en crear esa nueva vida, puesto que tiene algo de las dos.
Pero para poder acceder a ese tratamiento en una cínica privada deben pagar 10 mil dólares, y justo cuando estaban reuniendo el dinero, Jimena se quedó sin trabajo y eso complicó el camino que estaban recorriendo hacia la maternidad.
«Un día estábamos acostadas, pensando, hablando del bebé y se nos ocurrió que podía ser buena idea si empezábamos a vender alfajores. A las dos nos gusta la cocina y teníamos una receta de unos muy parecidos a los Havana argentinos», cuenta Jessica.
Crearon en Instagram la cuenta Hecho con mucho amor, donde ademas de comprar puedes ir comprobando cómo va la venta y a cuántos alfajores están de hacer su sueño realidad:
«Empezamos un objetivo de 70 alfajores por día a $ 20, en un mes tendríamos 900 dólares. En 12 meses todo cubierto (incluyendo los ingredientes que usan para cocinarlos)», cuenta Jessica. Al momento ya tienen pedidos hasta el mes siguiente y en una semana ya cosecharon 5.000 seguidores en Instagram.
Lo que nunca imaginaron es que el proyecto iba a crecer más allá de la venta de alfajores. «Recibimos mucho cariño todos los días, gente que nos escribe de diferentes edades, de otros países, personas que nos cuentan ‘me abriste la mente’, todos nos dan para adelante, nunca recibimos una crítica», cuentan.
De noche, además de pasar gran parte del tiempo cocinando y horneando los alfajores que van a entregar al otro día, se acuestan leyendo los mensajes de las personas que deciden abrirse y contarles sus historias. Muchos les agradecen por compartir su situación e incluso otros les cuentan que también intentan tener un hijo.
«Nosotras queríamos formar una familia, tener un bebito y muchas se sintieron muy identificadas. Algunos no saben que existe esta forma de inseminación que a nosotras nos gusta porque sería la forma más natural, sería un hijo de las dos».