Hombre gay adoptó a niño enfermo que se transformó en campeón olímpico

Un hombre gay soltero adoptó a un niño enfermo que se transformó en campeón olímpico

La historia de esta familia es preciosa. Habla de amor, de superación, constancia. Es la historia de Jerry Windle, un ex oficial de la armada de Estados Unidos, que un día, leyendo una revista, encontró un artículo de adopciones en Camboya. Algo hizo «click» en su cabeza.

Era el año 1988. “Llamé y pregunté si era posible que un hombre soltero adoptara a un niño y ellos me respondieron que sí”, recordó.

Fue así como Jordan Windle llegó a su vida, aunque en ese momento se llamaba Pisey que significa “pequeño bebé”. El niño estaba a cargo del Women and Children’s Vocational Center luego de quedar huérfano cuando tenía apenas un año.

Lee también: Una pareja gay se encuentra un bebé abandonado en el metro, lo adoptan, y esta es su historia 20 años después. 

“Desde muy joven, siempre supe que quería ser padre”, dijo Windle a “Good Morning America”. “Pero en esos días me sentía triste y deprimido porque hace 20 años ser gay y tener hijos no era compatible, yo ya lo había aceptado eso”.

Al poco tiempo le dijeron que había un niño de 18 meses que había perdido a sus padres y estaba disponible para ser adoptado. Le enviaron una foto y él se quebró: “En el segundo en que abrí el sobre y vi esa fotografía supe que estaba viendo a mi hijo”, recordó. “Envié una foto mía y les pedí que se la dieran en un collar y le explicaran que yo era su papá e iba a ir a buscarlo”.

Lee también: Un padre gay soltero ha adoptado a seis hijos con discapacidad

Jerry tomó un avión a Camboya y se hizo cargo de todo el papeleo. Cuando conoció a su hijo el pequeño estaba desnutrido, tenía sarna y problemas de aprendizaje. No decía ni una sola palabra. “Cuando lo sostuve en mis brazos en ese primer momento, le prometí que sería el mejor padre que podría ser. Quería que su juventud estuviera llena de asombro. Esa es mi misión desde el primer día”.

Cuando Jordan tenía siete años, asistía a un campamento de verano. “Un día los dejaron saltar del trampolín y cuando fui a buscar, el tipo que dirigía el campamento me preguntó si podía hablar conmigo”, recordó Jerry. “Este niño tiene que nadar… Algún día será campeón nacional. Puede que algún día sea un atleta olímpico’. El consejo venía de Tim O’Brien, hijo de Ron O’Brien quien fue entrenador del equipo olímpico y del cuatro veces medallista de oro Greg Louganis.

Lee también: Un hombre gay soltero adopta a una niña con síndrome de down rechazada por 20 familias heterosexuales

Eso lo cambió todo. Jordan comenzó a hacer inmersiones, buceo, natación. A los 13 años ya había ganado muchos campeonatos y estaba listo para competir en las Olimpiadas.

A pesar de haber sufrido bullying en su infancia por ser hijo de un padre gay y por ser inmigrante, Jordan no se dejó intimidar y salió a defender los valores del orgullo LGTB. Junto a su padre escribieron un libro y viajaron a Camboya, donde los recibieron como estrellas.

Jordan quedó noveno en los últimos juegos olímpicos. “Sin él haciendo todos los sacrificios que tiene, y sin su amor y apoyo durante todo el tiempo que hemos estado juntos, realmente no estaría donde estoy hoy. Tengo que agradecerle por todo, todos mis logros. Ha sido un viaje increíble con él, y todavía estamos rodando”.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies