
«Quería compartir una experiencia muy bonita que viví el otro día. Mientras estaba dando clase de patinaje, a una de mis niñas se le rompieron las ruedas de los patines. Yo le dije que no pasaba nada, que tenía solución y que cuando vinieran a recogerla se lo explicaríamos. Entonce pregunté: «¿Quién viene el papá o la mamá?». La niña apenas tiene cinco añitos y me dijo toda orgullosa: «Yo no tengo papá, tengo dos mamás». La respuesta me sorprendió y sentí alegría y un tremendo orgullo por lo que acababa de oír.
Desde luego que en ese momento sentí que las nuevas generaciones que suben son el futuro que quiero. Ojalá falten muy pocos años para que se normalicen las parejas homosexuales y que no se vean como algo fuera de lo común».
Nos encanta la carta y la reflexión. No demos por sentado nada, las familias somos diversas y cada una especial y maravillosa.
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