Nos rompe contaros este tipo de noticias. Nos rompe porque ya hemos escrito varias veces sobre niños pequeños que han sido asesinados porque sus familiares pensaban que eran homosexuales. Y no sucede en países como Afganistán, no, en países similares al nuestro, como Estados Unidos.
Hoy tenemos que contaros de Anthony Ávalos, un pequeño de 10 años que vivía en Los Ángeles, y hace unas semanas le dijo a su familia que le gustaban los chicos.
El pasado 20 de junio falleció en el hospital con graves heridas y quemaduras de cigarrillos.
Desde el año 2015, la tía del menor alertó al DCFS (Departamento de Servicios para Niños y Familias) ya que encontró hematomas y otras lesiones en el cuerpo de Anthony y algunos de sus hermanos, y los pequeños le dijeron que se las había hecho el novio de su madre, Kareem Leiva.
Además, los niños manifestaron que el sujeto los encerraba en sitios con muy poco espacio y los obligaba a orinar y defecar en el mismo lugar.
También se informó que Heather Barron, la madre de Anthony, y su novio, fueron acusados en múltiples ocasiones, desde 2013 a la fecha, al DCFS por supuesto abuso infantil.
Incluso, el director del DCFS confirmó la veracidad de las llamadas y que en ellas se denunciaba que “Anthony o sus seis hermanos fueron privados de comida y agua, abusados sexualmente, golpeados, colgados boca abajo de una escalera, obligados a agacharse durante horas, encerrados en espacios pequeños sin acceso al baño, obligados a pelear entre ellos, y forzados a comer de la basura”.
Hasta el momento la madre y el novio no han sido acusados de ningún delito, pero la investigación podría apuntar a que los abusos se multiplicaron luego de que el pequeño dijera que era gay, por lo que podría configurarse un asesinato por violencia de género.
Hay que considerar que el caso quedó al descubierto luego de que la madre del niño llamara al 911 asegurando que el pequeño se había caído por lo que había sufrido varias heridas.
Ahora, todo el sistema de apoyo infantil en Los Ángeles está siendo cuestionado tras la tardía reacción a las denuncias y el director del DCFS aseguró que se realizará una investigación profunda para determinar si existió negligencia por parte de los funcionarios de la repartición.
La homofobia y la ignorancia nos está matando.