Silvia Tostado Calvo (39 años) y Noelia Velarde Calle (32) están casadas, residen en Don Benito y son madres de Julia, que en junio cumplirá dos años. Se quedó embarazada Noelia, y ahora ha iniciado los trámites Silvia para dar a luz a un nuevo bebé y ampliar así la familia.
«En otras comunidades no podríamos haberlo hecho», explica Silvia al hablar de una posibilidad que hace dos años generó polémica cuando la entonces la ministra de Sanidad, Ana Mato, quiso excluir de los servicios básicos de reproducción asistida pagada por el sistema público aquellos casos ajenos a una cuestión médica. Entonces Mato vino a decir que la falta de varón no era ninguna patología.
En Extremadura sí es posible que mujeres solas o lesbianas puedan acceder a este recurso del sistema sanitario, igual que en Andalucía o Asturias. «Hacer un recorte así no tiene sentido si es por ahorrar porque hablamos de menos del 4%, de pacientes solas u homosexual», argumenta Silvia, que pertenece a Fundación Triángulo. Este colectivo defiende los derechos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales y es en su área de Familia donde más están creciendo las consultas.
«No hay que olvidar que hasta hace diez años no nos podíamos ni casar. Por eso hasta ahora muchos homosexuales no pensaban en formar una familia y se autonegaban a sí mismos».
En su caso, en el caso de ellas, lo habitual es optar por la inseminación artificial de un donante anónimo.
Para los varones, sin embargo, no existen demasiadas opciones para ser padres, por eso afirma que aún queda camino por recorrer. Silvia apunta a la gestación por sustitución, lo que coloquialmente se llama ‘vientre de alquiler’. «Sigue en el limbo de la legalidad porque ya existe y es para chicos y para chicas que por una enfermedad no pueden tener hijos. Sé que éste es un tema complicado, con aristas y que hay que hablar con mucha gente antes de regularlo, pero no podemos negar algo que existe y por el que la gente se va a otros países».
Silvia acaba de iniciar el proceso de ser madre, el cual empieza en el ginecólogo como paso previo para iniciar el tratamiento. Según dice, le gustaría que se acortaran los tiempos de espera.
Su otro deseo es que la reproducción asistida en mujeres solas u homosexuales no sea un derecho territorializado. «Cualquier mujer en España debería poder acceder a estas técnicas a través del servicio pública de salud».
Artículo de J.L.G
Hoy.es