Con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Cicloide y Artsmedia, han realizado esta magnífica campaña contra la violencia hacia las mujeres lesbianas, bisexuales, con discapacidad y personas trans.
El spot, creado por Arcigay, representa el lanzamiento del proyecto de la organización «plural femenino irregular», financiado por la Presidencia del Consejo de Ministros – Departamento de Igualdad de Oportunidades italiano.
El objetivo de la campaña es crear conciencia sobre el tema de la violencia que afecta a las mujeres lesbianas, bisexuales, trans o que sufren alguna discapacidad.
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El anuncio tiene cuatro historias que parecen esconder el miedo, la violencia y la discriminación. La joven que huye de casa debido a una salida no aceptada por su padre. La mujer trans que se siente acosada y amenazada. La chica bisexual molestada. La mujer con discapacidad que todos piensan que nunca encontrará a nadie. Pero la pasión, afortunadamente, la complicidad, la amistad y el amor conducirán a las cuatro historias a tomar otro camino. Porque precisamente, «la violencia no es una historia ya escrita. Juntos hacemos la diferencia».
Hay dos mensajes principales: en primer lugar, hay una violencia específica que afecta a las mujeres lesbianas, bisexuales, trans y que sufren alguna discapacidad. Una violencia con nombre propio: lesbofobia, bifobia, transfobia y discafobia, y que adquiere diferentes apariencias: el rechazo tras la salida; agresión física o violación de la percepción de un espacio seguro; acoso sexual o la expectativa de una relación sexual no solicitada o no deseada. El prejuicio que nos hace creer que las personas con discapacidad no tienen derecho a una sexualidad plena o una relación estable.
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En segundo lugar, la aceptación de la responsabilidad colectiva detrás del fenómeno de la violencia: nos cuestiona a todos en nuestra vida diaria. Pero elegir no ser violento es posible. Así como la decisión de abandonar el miedo y vivir como personas libres también está en nuestras manos.
«Hay un posible cambio -comentó Natascia Maesi, directora de políticas de género en la secretaría nacional de Arcigay- una revolución que pasa por pequeños gestos diarios de amor, complicidad, amistad y respeto por los demás y que todos debemos tener el coraje de llevarlo a cabo.»
La urgencia de reflexionar sobre este tema nació de la conciencia de que las mujeres que no se ajustan a las expectativas sociales y culturales vinculadas a un modelo de sexualidad hetero-normativo, sexista y de género, parecen estar más expuestas a procesos de estereotipos, prejuicios y estigmatización. y discriminación que a menudo resulta en diferentes formas de violencia (victimización verbal, física, directa, indirecta, primaria y secundaria).