2022 no empieza bien. No. Falta una de nosotras, y falta por culpa del odio y de la intolerancia, de la maldita ignorancia.
Ha sucedido en Jaén, en la localidad de Navas de San Juan, donde vivía N.L.F.P, de 20 años. La chica denunció hasta en cuatro ocasiones el brutal acoso que sufría en internet y redes sociales. Según informa el diario El País, el grueso de estas burlas cobardes eran por la orientación sexual de N.L.F.P, que era lesbiana.
Lee también: Niño de 12 años se suicida porque le dijeron que se iría al infierno por ser gay.
Los lesbófobos habían suplantado la identidad de esta chica en varias redes sociales y páginas webs, y usaban su imagen y la de algunos familiares con el único fin de humillarla y ridiculizarla. ¿La razón? “Por amar, pensar y sentir de otra manera diferente a la que la sociedad nos viene inculcando desde antaño”, afirma su familia.
La última denuncia la puso el día 21 de diciembre. Pero no pasó nada. Y la desesperación y la agonía fueron tan grandes que el día 28 diciembre se quitó la vida.
Todo comenzó en julio, alguien puso carteles por el pueblo con la cara de la chica y con varios apelativos denigrantes. Ahí se interpuso la primera denuncia. Se retiraron los carteles pero el odio siguió en internet. Y fue brutal.
Lee también: Soy gay y a los 10 años intenté suicidarme por primera vez. Así nos afecta el acoso físico y psicológico.
La policía afirma que no se puede determinar que el acoso fuera solo por su orientación sexual, aunque muchos de los insultos y vejaciones se relacionaban con su lesbianismo.
2022 empieza mal. Nos falta esta chica de solo 20 años, una chica que debe haber vivido un veradero infierno durante meses, sin que la policía detuviera a sus acosadores. Que todo el peso de la justicia caiga sobre sus verdugos.