La primera vez que escuché la palabra «lesbiana» yo tenía 16 años y no existía internet. «¿Sabes qué es una lesbiana?», me preguntó una chica de la que yo estaba enamorada sin saber que lo que me pasaba era amor.
«Es una chica que se sube sobre otra y se frota», me respondió cuando le dije que no sabía que significaba.
En ese momento, tan carente de referentes en el cine, la literatura y la televisión, no era tan fácil para mi (y para miles de persona) conocer la diversidad sexual y la diversidad de género. Acceder a historias personales y poder reconocerme en otros testimonios.
Actualmente, gracias a Internet, las dudas relacionadas con los sentimientos que se cuecen en el interior pueden aclararse con mucha facilidad. Y así lo demuestra el hecho de que desde 2024 hasta ahora las consultas en Google sobre: «¿soy lesbiana?», «¿soy gay?», «¿soy bisexual?» o «¿soy trans?», ¿cómo salir del armario?» han aumentado un 1300%.
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Curiosamente, el más alto número de búsquedas en Estados Unidos, se produce en los estados con políticas más conservadoras, como Utah, Oklahoma, Virginia.
Los jóvenes tienen una relación muy estrecha con internet, la mayoría no conoce otra forma de acceder a la información porque nunca ha tenido una necesidad así. Una encuesta de Gallup en 2023 determinó que un 19’7% de la Generación Z se identifica como LGTBIQ+, en comparación con el 11’2% de los millennials.
Sabemos que cada vez más jóvenes se atreven a explorar su sexualidad, están más abiertos a fluir y a sentir. A descubrir quiénes son, sin los estigmas que las generaciones anteriores han tenido que cargar.
Un estudio hecho con estudiantes de secundaria de Barcelona reveló que el 50% se declaraba lesbiana o bisexual. Puedes conocer los detalles de estos resultados aquí.
