Dan Bucatinsky es un actor, guionista y productor de cine y televisión estadounidense que se hizo popular por su comedia romántica gay La otra pareja en el año 2001. Ha aparecido en varios episodios de series de televisión, entre las que se pueden citar Weeds, Friends, Policías en Nueva York, Frasier, Will & Grace y Cinco en familia.
En 2005 fue productor ejecutivo junto a Lisa Kudrow de la serie, The Comeback, que ambos protagonizaron y en 2008 repitieron éxito con Web Therapy.
En el año 2013 ganó un premio Emmy por su papel en la serie Scandal.
Su infancia fue dura ya que creció con la idea de que era diferente. En varias entrevistas ha confesado que llegó a hacer un pacto con él mismo sobre quitarse la vida a los 18 años si finalmente resultaba que era gay debido al bullying que sufría siendo adolescente. “Obviamente, no me maté, pero crecer con ese tipo de presión fue complicado y nunca imaginé lo feliz que podría llegar a ser”.
Dan Bucatinsky mantiene una relación con el director y guionista Don Ross desde hace veinte años.
En 2004 adoptaron a su hija Eliza y en 2006 a su hijo Jonas. Las adopciones se llevaron a cabo en California, ya que era el único lugar que les permitía adoptar como pareja gay. Según relata Dan “La adopción abierta era el mejor camino a seguir, donde la madre escoge a la pareja. Teníamos la esperanza de ser elegidos y ella nos escogió porque pensó que seríamos unos papás impresionantes.” Tanto Eliza como Jonas tienen la misma madre biológica.
En 2008 Dan Bucatinsky y Don Ross se casaron en el patio de su casa con sus hijos como testigos.
Dan Bucatinsky ha escrito también un libro en el que comparte sus aventuras con la paternidad Does This Baby Make Me Look Straight?: Confessions of a Gay Dad. En él escribe sobre los altibajos de la paternidad y no tiene miedo de reírse de sí mismo y de mostrar sus inseguridades. Nos cuenta la sensación de dolor que sintió cuando sus hijos hicieron la tarjeta del día de San Valentín para su marido y no para él, y describe lo que sintieron cuando supieron que su primer hijo iba a ser una niña “nos pareció la mejor opción para unos padres primerizos. Supusimos que sería más fácil, más dulce y menos probable que quiera que jugásemos con ella a algo horrible como el fútbol americano”. También admite ser celoso cuando los niños prefieren montar en el coche con su otro padre.
Según Bucatinsky una de las cosas buenas acerca de su libro es que cualquier mamá o papá – homosexuales o heterosexuales – encuentran alguna anécdota con la que identificarse y que, a pesar de todos los miedos e inseguridades, todos los padres hacen lo máximo posible porque sus hijos se críen bien y sean felices.