Nos gusta contaros historias. Historias de nuestras familias, de nuestro amor, que hablan de diversidad y superación. Que hablan de libertad. Hoy os presentamos a Maite:
«Me llamo Maite Menéndez, soy una cantautora de padres asturianos, nacida en Canadá y llevo casi toda mi vida viviendo en un pueblo de la provincia de Cádiz.
Desde muy niña supe que sentía diferente, pero lo cierto es que nunca le di mucha importancia y jugué y crecí como cualquier otra niña de mi edad. Tuve una infancia muy feliz creciendo en Canadá junto a mis dos hermanos. La llegada a España fue dura, no nos adaptábamos, pero mi madre se negó a volver a las Américas. Esto era España y aunque estuviera a mil kilómetros de su Asturias de su alma, de aquí no la movía nadie, ¡Ni con “agua hirviendo”! Cosa que al cabo de los años le agradecí enormemente.
Nunca tuve mucho éxito con los chicos, supongo que, porque de más joven era bastante tímida,pero sí llegué a tener lo que se llama un “novio formal”, aunque he de confesar que algo no funcionaba entre nosotros. Durante un viaje que hicimos juntos, me di cuenta de que los dos nos quedamos mirando a una chica guapísima que pasó por nuestro lado. Yo para disimular le solté un “¿te gusta verdad? La verdad es que es muy guapa”. Y la seguí con la mirada hasta que desapareció entre la gente. Ahí me di cuenta de que aquella chica me había gustado de una forma especial y creo que más que a mi novio que siguió caminando haciéndole fotos a todos los árboles y ardillas con los que se cruzaba. Una vez más, seguí sin darle importancia, como cuando era pequeña y seguí viviendo mi vida como cualquier otra persona.
Cuando mi novio y yo terminamos, estuve un tiempo de picaflor con los chicos, pero mi corazón se aceleraba cuando estaba cerca de alguna chica que me gustara o atrajera. Un día, con 24 o 25 años, conocí a esa persona especial que me hacía reír y sentir a gusto y se trataba de una mujer. A partir de ese momento ya no hubo vuelta atrás, mi vida sigue siendo como la de cualquier otra persona que se enamora y termina conviviendo con otra y formando una familia con ella. Personalmente, la expresión “salir del armario” no la llevo muy bien, creo que si queremos normalizar las cosas debemos dejar de hablar así, pero que conste que lo digo con todo el respeto, cada uno/a es muy libre de hablar como le plazca. A mis hermanos nunca les he preguntado cuándo empezaron a sentirse “heterosexuales” … o cuándo “salieron del desván” …
En el 2009 conocí a una mujer preciosa, con la que tengo dos hijas maravillosas. Vivimos el día a día lo mejor posible, sin escondernos, con naturalidad, sin prejuicios… y todas las noches les contamos a las niñas un cuento (a veces dos e incluso tres) antes de acostarse. En definitiva, una vida normal como la que llevan mis dos hermanos con sus hijos.
Estoy orgullosa de ser mujer, de sentir como siento y de que esa forma de sentir se refleje en mi música. Quiero compartir con vosotras este disco titulado “8 poemas de Ángel García López por Maite Menéndez” …y dedicárselo sobre todo a esas mujeres que amáis a mujeres y que por alguna circunstancia no podéis vivir vuestro amor libremente. Las que sí podemos hacerlo somos las que tenemos que conseguir que todo se normalice y dejen de hacernos daño…»