Lo último que supimos sobre sus affairs de voz del propio Bosé fue su relación juvenil con Ana Obregón. Han pasado años. Qué años. Décadas. Nacho Duato, nuestro coreógrafo por excelencia, rompió esas décadas de silencio y le contó a Risto Mejide que vivieron juntos una época en Nueva York y que compartieron algo maravilloso.
Y es ahora cuando ha salido a la luz un amor, duradero y dedicado, con el escultor Nacho Palau. Este, siempre dispuesto a estar en la sombra si así lo requería el cantante, no lo ha contado a la prensa rosa, no ha roto el pacto de silencio, simplemente ha recurrido a la justicia en pro de sus cuatro hijos.
Tristemente hemos tenido que enterarnos de una noticia tan hermosa de mano de los abogados de Palau, que hicieron llegar a los juzgados un texto de parte del escultor donde se dispone a negociar legalmente, alegando que no se ha llegado a un acuerdo por otro vía, la custodia de sus cuatro hijos.
Hace años Miguel nos contó que tenía dos hijos, nacidos por subrogación. Pero poco tiempo después un redactor de Shangay publicaba que realmente tenía 4. El talentoso cantante le había invitado inesperadamente a conocerlos durante una entrevista para el medio y fue en ese artículo de Shangay donde supimos que Miguel tenía realmente cuatro vástagos, y no dos.
Al tiempo Miguel se fue repentinamente a vivir a Panamá, y solo con dos de ellos ¿Dónde estaban los otros dos? Las malas lenguas decían que se había ido para obviar las demandas de deuda de Hacienda, otros que quería alejarse de la prensa rosa por la misma razón. Y ahora, Miguel ha vuelto a dar el salto y se ha instalado en México, en una urbanización de «alto standing», de nuevo con dos de sus hijos.
La denuncia de Palau nos aclara las cosas. Cada padre esta custodiando a un par de gemelos y posiblemente serán los juzgados los que decidan quién tiene la custodia definitiva.