Cuba está de enhorabuena. Sus ciudadanos han votado en un referéndum y lo han hecho en pro del amor y de la igualdad de derechos.
Los cubanos debían acercarse a las urnas para votar sobre nuestras familias y su existencia legal, para votar sobre el matrimonio igualitario, la adopción de parejas del mismo sexo y la gestación subrogada. Lo que se denominaba el «Código de las Familias».
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A pesar de que la sociedad cubana se sentía bastante abierta al «sí», la Iglesia hizo una campaña terrorífica para que ganara el «no». Argumentando que sería la destrucción de la familia tradicional, que los niños en lugar de necesitar una familia que le ame y le proteja necesitan un padre y una madre, que sería un daño irreparable, etcétera.
Afortunadamente no ganó el miedo sino que el amor. El “sí” obtuvo el 66,87% de los votos. La abstención fue del 25%.
«Hoy es la cita con el futuro. Llegó el #25DeSept. Un día para cambiar «todo lo que deba ser cambiado» en Derecho de familia en #Cuba. Nos vemos ante las urnas. #CodigoSí», publicó Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, en la red social Twitter.
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«Este Código partió de un debate popular, de una necesidad social. En los últimos años nuestra sociedad se ha vuelto más heterogénea, cambiaron las familias cubanas y aparecieron nuevos tipos de relaciones. Existían deudas con el tratamiento desde las normas jurídicas a determinado temas de herencia y de afecto, y creo que eran justos que se tuvieran en cuenta en un momento como este», ha argumentado el mandatario en declaraciones recogidas por el portal oficial CubaDebate.