Las Olimpiadas de Río, las que se presentaban mas “orgullosas” de la historia con la participación de 42 deportistas abiertamente gais y lesbianas, se encuentran hoy con su primer enemigo: la homofobia.
Nuestra querida y admirada por muchas Megan Rapinoe, jugadora estrella de la selección estadounidense de fútbol femenino, ha sido la primera en dar la voz de alarma. La deportista asegura haber escuchado cánticos homófobos desde la grada, con términos tan despectivos como “bicha” (que traducido del portugués viene a ser “maricón”) o “puta”.
«Es bastante hiriente hacia mi persona. Este tipo de mentalidad y de acoso tiene que ser superado. No creo que todos los fans brasileños fueran homófobos, pero creo que son cómplices si lo hacen o lo permiten».
Las declaraciones de la jugadora recuerdan la falta de tolerancia que todavía sufren muchas deportistas. Lo grave de la situación es que no es un caso aislado. Otros deportistas, tanto mujeres como hombres, han denunciado también la escucha de gritos homófobos por parte del público brasileño.
La FIFA, la organización encargada de velar por el respeto en el deporte entre otras cosas, no ha tardado en pronunciarse sobre las declaraciones de Rapinoe. La FIFA no tomará en cuenta los cánticos con connotaciones homófobas, ya que declara no poder tomar cartas en el asunto si no hay un equipo que presente una queja de manera formal.
En definitiva, nos encontramos ante una situación irreparable, ya que en las Olimpiadas participan mas de 206 países, en muchos de ellos la homosexualidad sigue siendo algo intolerable y es por ello que uso la palabra irreparable, o al menos de manera inmediata. Esto simplemente supone un escollo más para la lucha por la tolerancia y la aceptación del amor en todas sus formas. Un obstáculo que hay que saltar como si de unos 100 metros vallas se tratara.
Capítulos como el denunciado por la estadounidense Megan Rapinoe no hacen mas que incrementar las ganas de luchar, las ganas de hacer visible la homosexualidad, las ganas de conseguir que en los próximos juegos no sólo sean 42 los deportistas abiertamente homosexuales, sino que todos y cada uno de los que aman puedan hacerlo libremente estén en el país que estén. Hoy por desgracia no es noticia el deporte, es noticia que hay una lucha y que sigue activa. Gracias Megan por hablar en nombre de tantos. Seguiremos disfrutando del deporte, y de éstas Olimpiadas de Rio 2016.