Marta y yo nos conocimos hace seis años. Fuimos amigas unos meses y después dimos rienda suelta a nuestros sentimientos dejando que todo fluyera.
Desde que estamos juntas nuestra vida ha sido toda una aventura. Hemos viajado mucho, recorrido varios países y disfrutado mucho todo lo que la vida ha tenido para ofrecernos. Con esto os explico que dejamos pasar el tiempo sin que la idea de la maternidad fuera una prioridad. No lo teníamos claro y queríamos hacer otras cosas.
Cuando lo planteamos en serio Marta tenía 42 y yo 43. No éramos tan mayores, pero con nuestros óvulos no pudimos hacer mucho. Nuestra reserva ovárica era bastante reducida.
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La seguridad social solo te embaraza hasta los 40 años, así que nuestro único camino era la privada. Por recomendación de otra pareja de amigas llegamos a FIV Madrid.
Tomando en cuenta las pocas posibilidades de ser mamás con nuestros óvulos nos dieron dos opciones. Ovodonación y adopción de embriones. No sé si estás familiarizada con estos términos pero el primer tratamiento es fecundar óvulos de una donante con semen de banco e introducir esos embriones en el útero de la futura gestante.
La adopción de embriones es recibir embriones congelados que sobraron a otras parejas o mujeres solteras de sus tratamientos. Por ejemplo, una mujer se hace una fecundación in vitro y obtiene 5 embriones. Se embaraza de dos de sus embriones y le sobran tres. Y decide donarlos para otras parejas que quieran formar familias.
Cuando conocimos esta opción nos gustó mucho a las dos. La adopción de embriones es más barata que la ovodonación y la fecundación in vitro. Cuesta aproximadamente unos 2.600 euros.
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Nos encantó la opción porque es como adoptar a un niño pero conociéndolo desde siempre, o sea gestándolo.
¿Cómo fue el proceso en FIV Madrid?
En la primera consulta nos explicaron nuestras opciones, nos enviaron pruebas y después revisamos los resultados con el médico. Este proceso duró casi un mes.
Según las pruebas decidimos que Marta fuera quien se embarazara de nuestro bebé. Después nos asignaron un embrión compatible y Marta comenzó a preparar su endometrio para el embarazo. Este proceso fue un mes y medio, más o menos.
Cuando el endometrio estuvo listo se descongeló el embrión y se transfirió al útero. Es totalmente indoloro. Marta y yo vimos en la ecografía como le introducían una cánula y ponían a nuestro pequeño en su útero.
12 días después fuimos a la clínica a hacernos la prueba. ¡Positivo! Lo sospechábamos porque a Marta comenzaron a dolerle los pechos y su vientre se abultó como embarazada de lo hinchada que estaba.
Si tenéis interés o alguna duda respecto a adoptar embriones os dejamos este email donde podéis pedir información: atencionalpaciente@fivmadrid.es