Ya es inamovible. Ha sido declarada inconstitucional la ley que prohibe el matrimonio entre personas del mismo sexo instaurada en Pensilvania desde hace mas de una década.
El juez John E. Jones ha decidido declarar inconstitucional esta prohibición ante el Tribunal Federal. No le fue difícil: La fiscal general de Pensilvania, Kathleen Kane, ni siquiera quiso defender la ley al no considerarla ética. Sin embargo, los verdaderos héroes de esta historia son los componentes de las diez parejas homosexuales, alguna de ella con hijos, que interpusieron la demanda ante el Tribunal y salieron triunfantes. ¿La clave de la victoria? El argumento de que esta ley vulneraba su derecho a la igual protección y debido proceso reconocidos por la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Una vez mas, la iniciativa de ciudadanos de a pié cambia la historia de todo un país.
La ley no puede ser anulada directamente pero si que se pueden ya expedir en este legendario país licencias de matrimonio homosexual, cosa que ya se esta haciendo. La ley, nacida en 1996, era letal: No sólo impedía el matrimonio homosexual en Pensilvania, sino que obligaba a no reconocer matrimonios cursados fuera del país.
Como siempre en estas historias tiene que haber un ¨malo de la película¨que le pone difícil la cosa a nuestros héroes. En este caso se trata del gobernador Tom Corbett, que se dedicó a comparar la homosexualidad con el incesto o la pedofilia, mientras pagaba a los abogados mas caros de la zona, con dinero público, para defender su ley favorita. Afortunadamente, no le sirvió de nada.
Tras los argumentos jurídicos, semejantes a los considerados en las sentencias de Utah, Oklahoma, Texas, Virginia, Michigan, Arkansas, Idaho y Oregón, el juez Jones concluyó con un discurso en el que llegó a comparar la discriminación llevada a cabo con esta ley con las leyes de segregación racial vigentes en los Estados Unidos hasta mediados del pasado siglo. Y no le faltó razón.
Nos alegramos inmensamente por Pensilvania, y queremos lanzar nuestro apoyo y admiración a todas las personas anónimas que día tras día luchan por sus derechos y los nuestros.
Fuente: Dosmanzanas