Hace unas semanas el Vaticano, en un acto bastante contrario a ganar adeptos, actualizarse a los tiempos o simplemente seguir las enseñanzas que dicen seguir, como eso de amar a tu prójimo como a ti mismo, publicó una orden donde prohibía a sus sacerdotes bendecir la unión de las parejas del mismo sexo.
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Ya sabemos que en los senos de muchas iglesias habitan parejas gays y parejas lésbicas que por su fe desean tener lo que las parejas heterosexuales pueden, como es la bendición de sus párrocos y su Dios.
La Iglesia Católica alemana decidió revelarse contra esta prohibición tan contraria al amor y bajo una campaña titulada «El amor gana», 110 iglesias comunales hicieron caso omiso al Vaticano y decidieron celebrar ceremonias multitudinarias para bendecir a parejas del mismo sexo.
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Wolfgang Rothe, uno de los sacerdotes de Munich que ha participado en esta preciosa iniciativa ha declarado a la prensa: «Siento la necesidad de pagar la deuda que la Iglesia católica tiene con los homosexuales, que han sido discriminados y excluidos durante décadas».
«La resonancia es enorme», declararon los organizadores, haciendo referencia a la gran cantidad de parejas que respondieron a la convocatoria, sin brindar por ahora cifras globales. Muchas iglesias incluso han colgado banderas LGTB en sus fachadas como señal de apoyo al amor y la diversidad.
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Esta iniciativa continuará en los próximos días. Tanja Hollas, gestora de sistemas informáticos, decidió aprovechar esta ocasión para darle el ‘sí’ a su compañera Claudia frente a un sacerdote, en la iglesia de Santa Inés en Hamm, localidad en el oeste del país.
«Cada vez más personas aspiran a tener una Iglesia más abierta, más libre y, sobre todo, más moderna. Las dos somos muy religiosas (…) y es importante para nosotras que nuestra unión no sea sellada solamente ante el alcalde», declaró a la mujer, de 47 años, quien agregó que «el amor no puede equivocarse«.