Siguiendo la estela de los últimos artículos, hoy seguimos con reseñas sobre cine LGBT independiente. Si hace unas semanas os hablaba del film francés Los juncos salvajes esta semana os hablaré de uno de mis filmes favoritos, Fucking Åmål.
Dirigida por el cineasta sueco Lukas Moodysson y filmada con las bases del movimiento DOGMA que tanto se impuso en los 90 y ahora ya está bastante olvidado. DOGMA es un estilo narrativo que el director sueco Lars Von Trier creó en los 90 y se basaba en la carencia absoluta de artificios a la hora de hacer un filme. Cámara en mano, no usar maquillaje ni iluminación artificial ni decorados, ni siquiera efectos de sonido y rodado por orden cronológico.
Fucking Åmål. Sinopsis.
La película relata la historia de Agnes Ahlberg y Elin Olsson, alumnas de secundario en el «insignificante» pueblo de Åmål. Elin es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Agnes, por el contrario, es tímida y no ha conseguido hacer amigos desde que se mudó con su familia a Åmål hace un año.
Análisis
Maravillosa película. Quien no la haya visto ya está corriendo a conseguirla. Fucking Åmål que en español se tradujo Descubriendo el amor es un arrebatador retrato de la intolerancia que existe en todos los pueblos pequeños. Si ya es complicado poder elegir con libertad tu condición sexual en ciudades grandes, imaginaos los problemas que existen en los pequeños núcleos de población. Donde los cotilleos, la crueldad y los rumores son constantes.
Nuestra pequeña Agnes es una chica introvertida, con un mundo interior lleno de preguntas pero a la vez con las ideas claras de a lo que no quiere parecerse. Todo lo contrario del resto de chicos de su instituto, donde todos siguen las mismas pautas de vestuario, gustos musicales y donde la chica más popular, Elin, se pasa el día hablando con su hermana de los flirteos con los chicos de su clase.
Elin se va acercando cada vez más a Agnes, atraída por esa chica desconocida, que siempre parece estar en otro mundo. Parecen querernos decir a través de sus personajes que tener cierto éxito social o ser popular en el grupo de iguales dificulta la mirada a tu interior (y por tanto la aceptación) de la tendencia sexual, mientras que aquel chico/chica que se sitúa en los márgenes, precisamente por eso mismo, tiene antes interiorizada y aceptada su homosexualidad.
Saben que son diferentes, y por eso mismo sufren de forma más acentuada su neurosis en su relación con el entorno y el otro. Como si el éxito social fuese un inhibidor y un retardador de la evolución afectiva de la persona.
La película es precisamente eso. Una adolescente que vive en su solitario universo con sus propios secretos, y de las dificultades que experimenta por no ser aceptada en una jungla de la que no es capaz de formar parte. Unos padres que no saben cómo salvarla, una chica minusválida que se le arrima por soledad, unas ganas de morir… y para complicarlo aún más, enamorada de la chica popular del instituto.
Es de agradecer que siempre se quiera conservar cierto realismo para poder hacer un poco creíble la historia, y de algún modo te muestra la dura vida de la gente diferente al resto en los pequeños pueblos donde todo se sabe, y más todavía para un adolescente que aún no está preparado para defenderse del mundo ni de su familia. Pero es un viaje un tanto llano, no pasan cosas realmente impactantes, por lo cual la ves también bastante despreocupado e impasible.
A destacar las secuencias de la fiesta y del primer beso entre ellas usando como recurso un subidón de una canción dentro de un coche, genial. También cómo no, la salida del armario literal de ellas dos cuando se encierran en el lavabo del instituto y se empiezan a agolpar afuera todos los compañeros del clase.
Aquí tenéis el tráiler para que os hagáis una idea de su estética.
En definitiva, Fucking Åmål sería para ponerla como visionado obligado en todos los institutos de adolescentes ya que para mí, es de las películas que al terminar te sientes con ganas de hacer como Agnes y Elin: coger un coche y marcharse juntas a cualquier sitio que no te señalen con el dedo por ir cogido de la mano de la persona que quieres.
@carloscerone