Se llama Noelia, tiene 10 años y es famosa porque lleva el pelo corto y decidió llevar pajarita el día de la Lotería Nacional de Navidad. En Twitter empezó a correr el rumor de que era un niño con falda (cosa que gustó y disgustó en las redes) y a partir de ahí se abrió un debate sobre género bastante educativo. El común de los mortales ni siquiera se para a pensar si está bien que los niñas lleven pantalones pero seguro que sí les parece fatal que los niños pudieran elegir ir en falda, algo totalmente discriminatorio.
La cuestión es que Noelia ahora se ha visto expuesta a los medios porque interesa mucho saber si es un niño, una niña o un niñe y su padre y su madre lo que temen es que sufra bullying por culpa de esos tuiteros. El tema está tomando un carácter tan grave que hasta la Federación de Asociaciones de Transexuales del Estado Español ha pedido a la Fiscalía que proteja a la menor y depure responsabilidades.
Parece ser que la primera imagen que se quiso dar fue positiva, ensalzando la valentía de un niño que había decidido llevar el uniforme «de niñas» y de ahí empezó todo el vaivén de comentarios a favor y en contra. Pero, de hecho, ya en el Teatro Real, Noelia había escuchado comentarios sobre si era niño o niña.
«Me avisaron el viernes por la noche a las diez y media, una amiga mía que se había enterado por otra. Yo me puse muy nerviosa y mi hija no es tonta. Cogió el móvil y lo vio todo«, explica a Europa Press Noemí, madre de la menor.
«Mi hija es una niña, una personita inocente y esto le puede afectar. Los niños son muy crueles y ella ya comenta que no quiere ir a clase. Dice que por qué le tienen que hacer eso a ella, que sólo participó para cantar la lotería. Ella no es un niño ni nunca ha dicho que lo quiera ser, no hay nada más y aunque así fuera, estamos en el siglo XXI«, dice la madre.
«El problema es la vuelta al colegio. Tenemos miedo porque hemos escuchado casos de niños que se encierran en sí mismos y no dicen nada a sus padres o llegan a un caso extremo, y pone los pelos de punta», añade el padre.
«Quiero justicia y que lo que ha pasado a mi hija no le pase a nadie más. No tienen derecho a hacer esto y menos por algo inventado. Lo que digan de mi me da igual, porque soy adulta y me puedo defender, pero es mi hija, es una menor y eso es sagrado», señala la madre.
En la Federación de Asociaciones de Transexuales del Estado Español se han interesado por el caso porque el acoso sufrido por esta niña en las redes es similar al que padecen los menores transexuales. Piden a la Fiscalía que investigue, que proteja a la niña y depure responsabilidades y demuestre así que el interés superior del menor en España realmente es prioritario.
«Los altos índices de acoso y bullying que sufren los menores en las escuelas por causa de orientación, identidad y expresión de género, es motivo de que las leyes tengan la utilidad para las que se promueven; garantizar derechos y proteger jurídicamente de las discriminaciones», añade Alejandro Moreno, secretario de organización de la Plataforma Trans.