Helen Bicknell y Nicola Rothon son una pareja de lesbianas inglesas que desde hace años residen en Ecuador. Acaban de hacer historia y marcar un precedente para el país, puesto que han conseguido inscribir a su hija en el Registro Civil como de las dos, sin mediar adopciones, un gran avance en términos de filiación en la región.
No ha sido fácil, llevan seis años luchando. Satya nació en 2011 producto de una inseminación artificial, cuando Helen y Nicola cumplían 14 años juntas. Y por fin la Corte Constitucional de Ecuador falló a favor de los derechos de esta familia. Cinco de los nueve magistrados fallaron a favor, tres en contra y uno no participó en la votación.
«La Corte (Constitucional) les da la razón, por tanto se oficiará al Registro Civil para que proceda a inscribir a la niña con los apellidos de las dos mamás».
Cuando nació Satya sus madres fueron al Registro Civil para inscribirla, pero les denegaron ese derecho.
El problema recaía en que si bien la Constitución ecuatoriana de 2008 reconoce a las «familias en sus diversos tipos» y da la libertad a los progenitores de inscribir a sus descendientes con el nombre que deseen, la normativa del Registro Civil, de 1978, solo permite que los niños lleven los apellidos de un hombre y de una mujer o los de la madre soltera.
El Registro Civil -se informó entonces- se había negado a inscribir a Satya porque «no existe en la ley ecuatoriana la doble afiliación materna o paterna».
La pareja se negaba a escribir a su hija solo con su apellido como madre soltera porque defendía que tenía «una familia».
En mayo de 2012 Helen y Nicola aseguraron que trasladarían su lucha a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) si en este país andino no prosperaba su batalla legal para inscribir a su hija con el apellido de ambas.
«Esta lucha que ha llevado 6 años, permite al país convertirse en un ejemplo en el reconocimiento de la filiación de los hijos de familias homoparentales así como un precedente legal en el Ecuador, en el que una pareja de personas del mismo sexo, puedan inscribir a sus hijos con el apellido de ambos sin que esto represente adopción», indicó en el escrito, asegura la Federación ecuatoriana de organizaciones LGBTI.