El Gobierno de Aragón acaba de aprobar una normativa pionera en la que se recogen derechos tan básicos como que los niños transexuales tienen derecho a ser tratados en el colegio con el nombre y el sexo con el que se sienten identificados. Además, pueden usar los aseos y vestuarios con los que se sientan más cómodos y los centros escolares deberán respetar y proteger la identidad sexual de dichos menores.
El Departamento de Educación ha publicado en su página web la Resolución por la que se dictan orientaciones referidas a la actuación con menores transexuales en centros educativos sostenidos con fondos públicos. La DGA va a vigilar para que se apliquen estas medidas en todos los centros a partir de ahora (en algunos ya se está haciendo). En los próximos días se presentarán en distintas reuniones a orientadores, profesores y familias.
La resolución recoge las medidas que deben adoptar los centros cuando un menor o alguno de sus padres comuniquen al centro la no coincidencia entre su identidad sexual y el sexo asignado al nacer. En ese caso, el niño deberá ser tratado con el nombre que elija en todas las actividades académicas y extraescolares.
El centro adecuará toda la documentación pública (como listas, boletines de notas, exámenes) al sexo y nombre con el que el menor se sienta identificado, aunque no haya sido aprobado el cambio oficial en el registro. El cambio oficial del nombre en el DNI debe ser aprobado por un juez, y se trata de un proceso largo y -según denuncian las familias- arbitrario.
El centro deberá respetar la imagen física del alumno transexual, así como la libre elección de indumentaria. En los colegios donde sea obligatorio vestir uniforme, el menor podrá llevar el que se corresponda con su identidad sexual.
La adopción de estas medidas no está condicionada a la presentación de ningún informe médico o psicológico. Basta con que el niño o sus padres informen al centro de que su deseo de ser tratado con otro nombre que se corresponda con su identidad sexual. Además, cuando los profesores observen que un alumno o alumna manifiesta de manera reiterada que se siente de un sexo diferente sin que sus padres lo hayan advertido, lo comunicarán al equipo directivo. El centro se reunirá con la familia y valorarán conjuntamente con el menor cómo actuar.
«Esta resolución es una oportunidad para visibilizar al alumnado transexual, colaborar con sus familias y sensibilizar a la comunidad educativa para que sepa cómo intervenir», afirman desde el Departamento de Educación. El documento también incluye actuaciones de sensibilización y formación, y medidas para prevenir y actuar ante posibles casos de acoso escolar.
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