La ceremonia, la recepción, el menú, los vestidos, la música… Son mil cosas que preparar, organizar y coordinar el día de tu boda, y las sensaciones de entonces las recordaréis siempre, pero me temo que las imágenes que guardéis en vuestra memoria irán desvaneciéndose poco a poco con el paso del tiempo.
Sólo conozco un método para que eso no ocurra, y es tener el día de vuestra boda a un buen fotógrafo y videógrafo que capten todos los momentos que más adelante harán que os emocionéis una y otra vez.
De los vídeos de boda ya hablamos hace tiempo, pero el tema de la fotografía no debéis tampoco dejarlo de lado. Existen muchos y muy buenos profesionales, y para que el asunto no os desborde, os recomiendo que tengáis en cuenta algunos detalles que os ayudarán a tomar la mejor decisión:
Sí y no: Lo primero que debéis hacer antes de poneros a buscar quién os fotografiará, es tener muy claro qué tipo de reportaje queréis y con qué no pensáis negociar. Si por ejemplo os gustan las fotos naturales y espontáneas tenéis que evitar aquellas propuestas que supongan una preparación previa y una pose que pueda pareceros más artificial. En la Guía de Bodas LGTB encontraréis algunas ideas.
El estilo: Existen tantos como fotógrafos y es fundamental que coincida con el vuestro. Entrad en su web, mirad su galería, y si no os gusta lo que veis, cerrad y a por otro. Podéis empezar por los que os recomienden amigos o familiares, pero recordad que aunque fuese quien cubriera la boda de vuestro hermano y él esté encantado con las fotos de su boda,a vosotros no tiene por qué pareceros igual.
El precio: Podéis encontrar fotógrafos desde 800 € hasta 3.000 y 4.000 €, pero recordad que el precio no tiene por qué ir siempre unido con la calidad o el estilo. Os puede sorprender un precio elevado con un estilo que no se os adapta en absoluto, y al revés.
Opciones: Algunos fotógrafos te ofrecerán opciones diferentes de contratación, como por ejemplo no tener el álbum y entregarte sólo las fotos en un pendrive, que vayan dos personas o sólo una a cubrir la boda, etcétera. Y esas variantes tienen también su reflejo en la factura final. Dependerá también de tus necesidades y prioridades.
Feeling: Esta parte yo la considero fundamental, pues aunque hayas visto su trabajo en la web, te haya gustado el estilo de fotografía y el precio esté dentro de lo que habías destinado para ese servicio, es fundamental que quedéis a tomar un café tranquilamente y os cuente en persona cómo trabaja, qué le gusta, a qué hora llega, a qué hora se va y todas las dudas que tengáis sobre su trabajo. Una de las conclusiones más importantes que tendréis que obtener durante esos cafés será si compartís o no la misma forma de entender qué queréis y necesitáis de ese profesional el día de vuestra boda.
Teniendo en cuenta estos puntos, os resultará más sencillo encontrar a quien se adapte a vuestro estilo y tendréis unas maravillosas fotos para vuestros recuerdos.
Macarena Bellido
Wedding Planner